José Alberto Medina, dueño de Fábrica La Isleta, condenado dos veces por violencia machista

El músico grancanario José Alberto Medina, director y fundador de Fábrica La Isleta, uno de los espacios culturales de referencia en Las Palmas de Gran Canaria, tiene dos condenas por dos delitos de violencia de género, ambas con sentencias firmes dictadas por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº2 de Las Palmas de Gran Canaria por sendas denuncias presentadas por dos mujeres a las que estuvo ligado sentimentalmente. La primera sentencia condena a Medina como autor responsable de un delito de lesiones por violencia de género y la segunda por un delito de maltrato en el mismo ámbito.

En ambos casos, el acusado aceptó los hechos relatados en las denuncias, que detallan agresiones físicas, vejaciones, amenazas e insultos, así como su conformidad con las respectivas penas impuestas, que incluyen dos órdenes de alejamiento, aún en vigor, para asegurar el distanciamiento y la protección de las dos víctimas.

José Alberto Medina, el alma de Fábrica La Isleta

El 20 de abril, una de las mujeres presentó una nueva denuncia contra Medina por quebrantar una de las órdenes de alejamiento de forma reiterada al estacionar su vehículo a pocos metros de su domicilio durante el Happy Piano Day, uno de los eventos musicales que organiza cada año en distintos puntos distintos de la ciudad, así como por frecuentar las mismas zonas que la víctima, cuando la medida en vigor establece la prohibición de aproximarse al domicilio, espacio de trabajo o cualquier otro lugar que frecuenten o en el que se encuentren las víctimas a menos de 500 metros. 

El pasado jueves 16 de mayo se presentaron todas las pruebas requeridas ante el Juzgado y la Policía se encuentra actualmente en proceso de investigación para ratificar todos los hechos. Al ser preguntadas por este medio, las dos mujeres manifiestan que «es muy doloroso que, existiendo dos sentencias en firme, con dos condenas en firme pronunciadas por una jueza y una fiscal, esta persona violenta siga actuando con total impunidad y recibiendo apoyo». Por su parte, José Alberto Medina, niega hoy los hechos probados por la Justicia y asegura que «yo acepté cosas que no he hecho para poder ver a mi hija» y que es «víctima de una estrategia para destruir mi figura y mi proyecto».

José Alberto Medina, bajo el sello de Fábrica La Isleta, coordina y participa en eventos musicales en numerosos espacios públicos y centros de ocio de la ciudad, como el Auditorio Alfredo Kraus y, actualmente, el centro comercial Las Arenas, recinto al que Fábrica La Isleta ha trasladado parte de su programación durante los meses de abril y mayo al encontrarse temporalmente cerrado por obras. Ambos espacios colindan con el colegio al que asisten los hijos de las dos denunciantes [una de ellas, hija de Medina].

Actualmente, Fábrica La Isleta recibe subvenciones de las principales instituciones públicas canarias, como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Cabildo de Gran Canaria, el Gobierno de Canarias a través del Instituto Canario de Desarrollo Cultural y el Gobierno de España a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM).

Hechos probados

Los hechos por los que Medina fue sentenciado en primer lugar se produjeron el 24 de agosto de 2023, cuando la que era entonces su pareja lo denunció por un delito de violencia de género, lesiones y maltrato familiar recogido en el Código Penal. En la vista oral, el acusado prestó conformidad con los hechos y la magistrada María Auxiliadora Díaz Velázquez dictó sentencia, mediante un juicio rápido con fecha a 28 de agosto de 2023, ratificando la condena a José Alberto Medina por un delito de lesiones.

Esta sentencia declara como hechos probados que, en el curso de una discusión con la que era entonces su pareja en el domicilio que compartían ambos, «[Medina] guiado por la intención de causar un menoscabo en su integridad física, le propinó varios golpes en su anatomía [...] que ocasionaron en la ofendida contusiones, hematomas varios y erosiones que para su sanidad precisaron de una primera asistencia facultativa, siendo necesarios siete días para su completa curación». El parte de lesiones adjunto, emitido por el centro de salud al que acudió la víctima y valorado por un médico forense, también indica «laceraciones» y señala como «zonas de lesión el rostro, cabeza, tronco, abdomen y extremidades inferiores y superiores», así como «manifestaciones psíquicas de ansiedad, miedo, inseguridad y amenaza». Al respecto de esta agresión, José Alberto Medina sostiene que la mujer «se autolesionó para inculparme y destrozarme la vida».

La mujer denunció los hechos en comisaría al día siguiente y la denuncia recoge que, al ser preguntada si habían existido episodios anteriores de violencia, contestó que Medina la había agredido «en dos ocasiones más», si bien no presentó denuncia en estos casos por «miedo».

La segunda sentencia firme condena a José Alberto Medina por una agresión machista contra su expareja anterior, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 2021, en el domicilio en que convivieron durante su relación sentimental hasta mediados de 2022. La víctima, que tiene una hija en común con Medina, no denunció entonces, pero sí dio el paso de recabar y presentar las pruebas suficientes para formular una denuncia oficial el 29 de agosto de 2023.

Tras un juicio rápido, la magistrada María Auxiliadora Díaz Velázquez dictó sentencia el 1 de septiembre de 2023 condenando nuevamente a Medina por un delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género recogido en el Código Penal, cuyos hechos probados, y aceptados por el acusado, relatan que «[Medina] la sujetó por el cuello y la empujó hasta la pared, a la vez que profería insultos y vejaciones». Esta segunda denuncia se produjo después de que Medina, estando en busca y captura por la Policía Nacional con motivo de la primera agresión, se personase en el domicilio particular de la segunda denunciante para recoger a su hija. Fue entonces cuando la Policía contactó con la mujer, que ya estaba informada de la reciente agresión perpetrada por Medina a la otra víctima, para detenerlo en el portal de su casa. Durante el trayecto a comisaría, Medina le envió mensajes amenazantes desde su móvil particular y, tras «culparla» por su detención, la mujer «temió por su seguridad y la de su hija», tal como recoge la denuncia.

Largo historial

Con todo, las dos mujeres denunciantes refieren un largo historial de comportamientos violentos por parte de José Alberto Medina en el transcurso de sus relaciones, desde el maltrato psicológico continuado a agresiones físicas, intimidaciones y amenazas. Ambas suscriben que el «miedo», unido a la «situación de poder» derivada del perfil público del acusado, las cohibieron en repetidas ocasiones a la hora de dar el paso de denunciar su situación. Asimismo, una vez formuladas las denuncias en los juzgados, subrayan que aceptaron la vía del juicio rápido porque su finalidad inmediata, en ambos casos, era establecer una protección propia y para sus respectivos hijos.

Actualmente, ambas mujeres asisten cada semana a un equipo de asistencia psicológica a víctimas de violencia machista.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016.