Patrimonio

La Casa Fuentes, un palacete de singularidad artesana en Ciudad Jardín

De la Casa Fuentes, diseñada por el destacado arquitecto Miguel Martín, destaca su orfebrería de detalles que ha relucido tras su reciente restauración

Así es el interior de la Casa Fuentes, un palacete en Ciudad Jardín

La Provincia

Si Ciudad Jardín grita un nombre ese es el de Miguel Martín Fernández de la Torre, su precursor. Este reconocido arquitecto puede presumir de ser el autor de gran parte de los inmuebles de este barrio de gran interés arquitectónico al estar enmarcado en la corriente del racionalismo. El Plan de Ordenación de 1922 fue el germen de la urbanización capitalina que pretendía unir los dos polos neurálgicos de la capital como eran el casco antiguo y el Puerto a través de residencias unifamiliares ajardinadas. En un paseo corto por la zona se pueden descubrir auténticas joyas arquitectónicas como la Casa Fuentes en la calle Doctor García Castrillo, recientemente reformada por el Cabildo de Gran Canaria.

Esta casona es una de las más elegantes de Miguel Martín, que conjuga elementos de artesanía de la arquitectura tradicional canaria, pero también se perciben muchas reminiscencias de la arquitectura tradicional inglesa. Martín traslada el regionalismo neocanario a esta edificación. Las arquitectas del despacho Arquitectura Anca, Elsa Guerra y Noemí Tejera han sido las encargadas de liderar el proyecto de restauración. Guerra explica que en Ciudad Jardín se pueden separar las creaciones del arquitecto en dos grupos: «Una sería la arquitectura de movimiento moderno y otra la arquitectura regionalista y neocanaria a la que pertenecería la Casa Fuentes».

Materiales de calidad

En esta edificación juegan un papel esencial los elementos artesanales que incluyó Miguel Martín. Los mármoles que decoran algunas paredes; la cantería de piedra de las columnas y fachadas; así como la madera que recubre gran parte del interior y exterior dibujan una estampa única. Los elementos conforman un tipo de arquitectura que en la actualidad sería muy costoso de recrear por el coste de los materiales y mano de obra. «Prima la calidad de los materiales trabajados artesanalmente, yo creo que ese trabajo de orfebrería de detalles, incluso de dibujo decorativo de los techos, todo eso al final es algo que impacta mucho en la casa», apunta Guerra.

Un pasillo exterior del inmueble.

Un pasillo exterior del inmueble. / LP/DLP

El nivel de detalle de la casa la convierte en una joya del patrimonio de la Isla. Los patrones del suelo, los techos y la fachada envuelta en diferentes dimensiones une dos conceptos tan dispares como la tradición canaria e inglesa, pero que en esta edificación hablan la misma lengua.

Clausurado una década

El inmueble, que data de 1924, estuvo durante una década clausurado a cal y canto y otros cuatro esperando por el concurso público, por lo que devolverlo en todo su esplendor no fue una tarea sencilla ni rápida. El estado del palacete después de estar cerrado había empeorado mucho, a pesar de que la calidad de los materiales de construcción iniciales ayudaron a su preservación. Después de las obras, las fachadas han recuperado su color, el jardín su esplendor y la madera ha recuperado la salud tras los tratamientos para deshacerse de las plagas que la afectaban.

El principal reto-como en cualquier edificio de esa época- fue la accesibilidad. Para ello, se instaló un ascensor para las cuatro plantas del edificio y una rampa. Otro de los puntos clave fue la recuperación del jardín, un espacio esencial en la dinámica de la casa. El equipo de jardinería recuperó los árboles de gran porte a excepción de una palmera que fue reemplazada. «Hemos mantenido la misma idea que él tenía de un jardín de tierra con flores y con árboles de porte, las plantas más pequeñas que sí que se había estropeado o desaparecido con los años hemos vuelto a plantarlas», destaca Guerra.

Una de las habitaciones de la Casa Fuentes.

Una de las habitaciones de la Casa Fuentes. / LP/DLP

Consulado de Japón

Durante algunos años el palacete sirvió como Consulado de Japón, que actualmente se encuentra en el Edificio Fénix. En 2008 fue adquirido por la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) con el objetivo de ampliar su presencia en Canarias. Contrataron la restauración al estudio Casariego Guerra Arquitectos de Joaquín Casariego y Elsa Guerra que comenzaron con la obra hasta que en 2012 fue paralizada por problemas administrativos.

Plano de la fachada del edificio.

Plano de la fachada del edificio. / LP/DLP

La cronología de su restauración es larga, después de que la obra quedara paralizada la casa permaneció tapiada y sin acceso durante diez años. En 2018 el Cabildo de Gran Canaria la compra con el objetivo de destinarla a la sede de la London School, aunque en la actualidad no está claro qué uso le dará la administración. Sin embargo, su restauración fue dilatándose año tras año. Cuatro años después, en noviembre de 2022, adjudicó las obras que finalizaron a principios de este mes. 

Un futuro por determinar

La Casa Fuentes estuvo diez años tapiadas y su estado desmejoró considerablemente. En 2008 el Cabildo de Gran Canaria la compró con el objetivo de destinarla a la sede de la Londo School of Economics, sin embargo, en la actualidad el uso que le darán no se ha dado a conocer. «El Servicio de Instalaciones le entregará el inmueble a Patrimonio para que estos decidan el uso final del mismo», apuntaron desde el Gobierno Insular tras finalizar la restauración del mismo. 

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