El juez debe dilucidar de quién es la marca Dreamland que patrocina al Granca

Los socios que acusan a Newport de apropiarse del proyecto de los estudios de cine en Telde sostienen que club de baloncesto usa el nombre sin autorización

Recreación virtual del proyecto de los estudios Dreamland en Telde

Recreación virtual del proyecto de los estudios Dreamland en Telde / LP/DLP

La querella interpuesta por las empresas Alquimia Venture Capital y Volcano International Productions contra José Antonio Newport y la entidad mercantil Newport Media & Films sostiene que en el contrato de patrocinio del Club de Baloncesto Gran Canaria Claret se ha estado utilizando la marca Dreamland sin la autorización ni el conocimiento de la legítima propietaria de la misma, la sociedad Dreamland Studios Canarias SA. 

Esa es una de las razones de la denuncia penal de ambas entidades contra Newport por los presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida y delito societario por impedimento del ejercicio de derechos sociales, que ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de Puerto del Rosario y está ahora en fase de diligencias previas. Por tanto, será el magistrado Ignacio Valledor el que tendrá que dilucidar de quién es la marca Dreamland y quién tiene los derechos de su uso.  

El contrato del patrocinio del Granca se cita varias veces en la querella, pues los representantes de Alquimia y Volcano alegan que el uso de la marca Dreamland sin su consentimiento les ha supuesto un grave perjuicio económico, al igual que la operación con el empresa Key Travel, del grupo Lopesan, para construir los estudios cinematográficos en el antiguo campo de golf de El Cortijo, en el municipio de Telde

José Antonio Newport, según los socios que le han denunciado, creó una nueva empresa con el mismo nombre, solo cambiando la sociedad anónima por limitada, y a través de ella realizó esas operaciones en Gran Canaria después de que fracasara el proyecto de construir los estudios Dreamland en Fuerteventura

Patrocinador

La querella, de 30 folios y presentada por un despacho de abogados Delgado Gil de la ciudad de Valencia, relata que «en mayo de 2023 sale en prensa que el Grupo Newport y Lopesan han firmado un contrato de patrocinio con el Club Baloncesto Gran Canaria por el cual Dreamland Studios Canarias se convierte en patrocinador del club durante las próximas seis temporadas». 

«Nótese -añade el texto de la denuncia- que el patrocinador que cede el uso de la marca Dreamland Studios & VR es la NewCo (Dreamland Studios Canarias) y no Dreamland Studios SA, titular de la misma». Por tanto, según argumentan los representantes de Alquimia y Volcano, «la disposición de un activo tan esencial como la marca Dreamland Studios & VR y la compensación económica por el uso de dicha marca se produce de forma totalmente arbitraria y sin compartir los términos de dicho acuerdo con los socios minoritarios de Dreamland Studios SA. 

Las empresas alegan que conocieron por la prensa el contrato para patrocinar al equipo deportivo

Los denunciantes también explican al Juzgado que desconocen «la cifra cerrada por el patrocinio, pero por lo que puede intuirse en la noticia debe rondar los cuatro millones de euros». Según detallan en la querella, se ha requerido a José Antonio Newport el contrato de patrocinio con el Granca y los términos concretos de la operación, pero «sin ningún tipo de éxito», lo que a su juicio es «una  nueva muestra de su opacidad y deslealtad».

Respecto al perjuicio económico «inminente» para Volcano, Alquimia y Dreamland Studios SA, la querella que ha originado la investigación judicial afirma que «la situación que viven hoy los querellantes como socios minoritarios de la compañía es de extrema gravedad» y así se lo expusieron a Newport mediante burofax de 3 de octubre de 2023

En esa comunicación le requirieron a Newport «la escritura de constitución de Dreamland Studios Canarias SL firmada el 23 de marzo de 2023 ante notario; cualquier pacto parasocial, si lo hay, suscrito entre Dreamland Studios Canarias SL y Dreamland Studios SA; las actas de todas las juntas generales de Dreamland Studios Canarias SL desde su constitución; el contrato de patrocinio suscrito con el Club Baloncesto Gran Canaria y el contrato de cesión de uso de la marca Dreamland Studios & VR a favor de dicho club; los contratos de cualquier naturaleza suscritos por la mercantil Dreamland Studios Canarias SL desde su constitución, incluyendo el contrato de opción de compra de terreno con Lopesan; y los contratos de cualquier naturaleza suscritos por Dreamland Studios SA desde el 1 de junio de 2021». 

Reclamaciones

Además, los denunciantes reclamaron en ese burofax la convocatoria de la Junta General de socios a fin de tratar, entre otros puntos, «la solicitud de información sobre la suscripción de contrato de patrocinio con el Club Baloncesto Gran Canaria y sobre la cesión de uso de la marca Dreamland Studios & VR a favor de dicho club, revocación de su suscripción, en su caso, y valoración de medidas tendentes a su liquidación de conformidad con lo dispuesto en la Ley de Sociedades de Capital». 

La querella subraya que ante ese requerimiento, legítimamente dirigido, Newport respondió saliendo por la tangente e invocando un rosario de preceptos penales por unas actuaciones que, a su entender, el Sr. Albero [propietario de la empresa Alquimia] estaba cometiendo sobre los derechos que dicen ser propiedad de la mercantil; derechos que, como ya hemos recalcado, pertenecen al Sr. Albero». 

En la respuesta de José Antonio Newport, continúa la querella, «aprovecha para solicitar algo tan insólito como inverosímil: a Volcano el pago de 637.500 euros; a Alquimia el pago de otros 637.500 euros; y a Dreamland Studios SA el pago de nada más y nada menos que 5.007.261 euros». 

Los denunciantes afirman que Newport vulneró derechos y despojó de activos a la sociedad

Por ello, invita al Juzgado «a la lectura de este burofax enviado por el querellante para que sea conocedor de la envergadura de sus propios actos y del límite que alcanzan». Esa respuesta por escrito, alegan los denunciantes, «hace patente el elevado desembolso económico que Newport, con sus desleales maniobras patrimoniales, obliga a realizar a la compañía y a sus socios minoritarios, pretendiendo incluso diluir aun mas si cabe su participación en el proyecto».  

Desconfianza

Tras afirmar que Alquimia y Volcano «son empresas solventes que tienen los recursos suficientes para afrontar la ampliación de capital que estaba inicialmente prevista y que hubieran seguido aportando fondos a la sociedad», de denuncia señala que «ya no confían» en Newport. «Han visto cómo a hechos consumados el querellado aprovechó su cargo de administrador único para constituir una sociedad sobre la que él tiene el control, a la que ha trasvasado el proyecto y fondo de comercio de Dreamland Studios SA, y en la que ha dejado a Volcano y Alquimia con una participación irrisoria y sin efectiva capacidad de información ni decisión». 

Todas estas actuaciones, puntualizan, «han perjudicado» a los dos socios, «de tal forma que no pueden tomar decisiones sobre este negocio que parece estar ya en funcionamiento, además de ver cómo Newport, sintiéndose dueño del proyecto y de los fondos de la sociedad, requiere a los minoritarios el pago de más de 600.000 euros y la propia sociedad Dreamland el desembolso de más de cinco millones de euros». 

«Debido a las infieles actuaciones de querellado, Volcano y Alquimia han visto vulnerados sus derechos de socios, y se han encontrado con una sociedad profanada y despojada de activos por todas las maniobras patrimoniales descritas y perpetradas por el querellado, sin ningún tipo de consentimiento», concluye la querella que ha originado la investigación del Juzgado de Puerto de Rosario

Maniobras a escondidas

Los socios denunciantes reclamaron a José Antonio Newport el contrato y los detalles de la operación para trasladar a Gran Canaria el proyecto que se había ideado para Fuerteventura. También sin respuesta. Alquimia y Volcano sostienen que Newport creó una segunda sociedad con el objetivo de traspasar el Proyecto Dreamland, los derechos de propiedad intelectual sobre las creaciones y diseños arquitectónicos y de ingeniería, así como la marca, que «son propiedad de Carlos Albero», propietario de Alquimia. «Desconocemos en qué porcentaje real concreto se coloca Newport en esta segunda sociedad, aunque apunta a que es de un 40%. Lo que sí sabemos es que ha aprovechado su condición de administrador único en Dreamland Studios para constituir una segunda sociedad con una participación de aquella del 24%, y de la que Volcano y Alquimia apenas alcanzan el 6%, una maniobra societaria efectuada sin conocimiento ni consentimiento de los socios minoritarios», recalca la querella.

Suscríbete para seguir leyendo