Más de 200 personas se encuentran en alerta este fin de semana en Gran Canaria ante el riesgo de incendios forestales. Dos helicópteros, siete torretas de vigilancia, videocámaras, dos brigadas terrestres y cinco equipos ligeros están preparados durante las 24 horas del día para detectar el fuego y realizar las labores de extinción. Este es el dispositivo que ha desplegado la Consejería de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo para la campaña de este verano, de julio a octubre, que en caso necesario se complementa con los bomberos del Consorcio, los equipos de Protección Civil y, en caso de un incendio grave, de la Unidad Militar de Emergencia, con base en Gando.

El operativo contraincendios está repartido por las medianías y cumbre de la Isla, con puestos de vigilancia fijos y móviles. En total son 232 agentes, 22 más que en la campaña del año pasado. De ellos, 133 son personal propio del Cabildo y el resto son trabajadores temporales para reforzar las torretas de vigilancia y las brigadas terrestres. También se contratado tres pilotos y un mecánico.

Los equipos helitransportados (Presas), con base en Artenara, están formados por cinco componentes más un capataz y su objetivo es dar una rápida respuesta con uno o dos helicópteros en la fase diurna y formando dos patrullas si el fuego es nocturno. Este servicio se implanta en los cuatro meses de verano y en aquellos periodos de máxima alerta del resto del año. En total son 43 personas: tres técnicos helitransportados, seis capataces, 29 especialistas, tres pilotos y un mecánico.

Treinta agentes trabajan en las siete torretas de vigilancia distribuidas estratégicamente por toda la geografía insular. Están situadas en Aríñez, El Pleito, Pico de la Gorra, Hierba Huerto, La Sándara, La Bandera y Pinos de Gáldar.

Las dos brigadas terrestres, situadas en Las Mesas (San Mateo) y Cruz Grande (San Bartolomé de Tirajana), están equipadas con vehículos todoterreno y una autobomba forestal media. Cada día hay un total de diez equipos con seis o siete componentes más un capataz y el conductor de la autobomba. En total son 90 personas.

Las patrullas móviles son equipos de tres o cuatro personas en vehículos ligeros tipo pick-up con motobomba de cuatro litros de agua. Hay cinco y tienen su base de operaciones junto al centro de mando de Tafira, por lo que pueden cubrir gran parte de la zona norte en primera llegada.

En el Centro de Coordinación de Incendios (Cecopin), ubicado en Tafira Baja, realizan su trabajo los técnicos. Cuatro ingenieros están preparados para dirigir la extinción del fuego y tienen un horario de trabajo adaptado a las condiciones de máximo riesgo, en las horas centrales del día, pasando a localización en las fases nocturnas o en periodos no extremos. Otros cuatro ingenieros realizan las funciones de técnico de Planificación, Operaciones y Logística. Estas tareas se refuerzan con otros dos técnicos analistas de incendios.

La brigada de investigación de las causas de los incendios forestales está formada por seis agentes de Medio Ambiente y tienen la misión de detectar el origen del fuego e iniciar las acciones judiciales en el caso de que sean provocados, bien por negligencia o de forma intencionada. El operativo lo completan ocho agentes de Extinción, doce oficiales de Comunicaciones, nueve encargados de Logística y ocho responsables de Abastecimiento y Almacenes. Pese a las altas temperaturas, este verano solo se han registrado pequeños incendios en Cazadores (Telde).