"It's beautiful", "It's nice", exclamaban varios turistas, mientras otros aplaudían, al tiempo que cuatrocientos globos rojos se elevaban al cielo, y el novio pedía la mano a ella, le daba el anillo y la besaba. La pareja, junto desde hace seis meses, llevaba otros seis globos, cuatro de color amarillo y dos blancos.

Estos fueron los ingredientes de una declaración de amor muy especial, una petición de mano, que hizo ayer Robert Leonard Wood, de 78 años, a Patricia Thomson, de 72 años, llamada por muchos como Pat, en una jornada como ayer, 14 de febrero, día de San Valentín, en un día soleado y en las instalaciones hoteleras de Anfi del Mar, en el municipio de Mogán.

Pat y Robert, ambos viudos y naturales del Gran Bretaña, exactamente de Escocia, se comenzaron a ver el pasado mes de abril, aunque fue en junio, cuando se conocieron mejor cuando participaban en un crucero de tres días por África. "Nos conocimos en un encuentro de viudos, el verano pasado, en junio. Ya en el avión, él se sentó a mi lado y puso su brazo sobre mis hombros; fue el flechazo y desde ese día ya comenzó una relación inseparable", comentó ella en relación a cómo comenzó todo.

En esta ceremonia en los jardines de Anfi del Mar, donde Pat viene cada año desde hace dos décadas, Robert le pidió a la novia, con una rodilla sobre el césped que se casara con él, delante de las cámaras de televisión y fotográficas, de los periodistas y numerosos curiosos, que aplaudían y celebraban lo que estaban viendo.

"Posiblemente será aquí, pero aún no se ha fijado la fecha", respondieron cuando se les pregunta dónde y cuándo será la ceremonia. Las familias de ambos desconocían hasta ayer viernes mismo las pretensiones matrimoniales de Pat y Robert. Los hijos de la novia supieron de la noticia al escucharlo en Gran Bretaña en la emisora BBC de Londres. Pat Thomson tiene tres vástagos y nueve nietos, siendo la hija mayor la que le preguntó: "¿No es un poco precipitado una relación tan seria?" "Me lanzo cuando toca. Ya tenemos una edad en la que no hay tiempo para ponerse a pensar. Es un amor profundo y ya está. Para qué esperar", respondió Thomson. Nunca es tarde para un 'sí quiero'.

Respecto a por qué escogieron Gran Canaria para esta declaración de mano el día de San Valentín, Pat indicó: "Llevo desde 1994 viniendo cada año a Gran Canaria y a Anfi del Mar. La Isla y este hotel significan mucho para mí, por eso lo hemos elegido".

En relación al pasado laboral de cada uno, ella fue la primera mujer en Gran Bretaña que trabajó en una plataforma petrolífera. "Sí, trabajé treinta años en la industria petrolífera. Fui la primera en hacerlo en una plataforma y abrí el camino a otras mujeres. Recientemente me propusieron volver a trabajar en este sector, pero he dicho que no. Quiero disfrutar de mi jubilación. Además, si lo hiciera ¿quién cuidaría de él [Robert]", explicó Pat Thomson, riéndose.

Por su parte, Robert Leonard Wood, que llevaba viudo 31 años, trabajó en el mundo de la la nutrición y hasta en escuela de baile.

Después de la petición de mano, la pareja, que nunca se soltaba de las manos y de darse besos, dieron un paseo por los jardines y el muelle, seguidos por los gráficos.

Lo que parecía claro era que lo que estaba ocurriendo era algo especial que despertaba la curiosidad de numerosos clientes. El detalle de los cuatrocientos globos supuso que desde las ocho de la mañana comenzaran a inflarlos, a atar y cortar las cuerdas un total de diez trabajadores. La tarea llevó un tiempo de tres horas.

Otros hechos poco frecuentes han sucedido en Anfi del Mar, como ocurrió hace dos años, el nacimiento de bebé en el baño de una habitación, donde el padre de la criatura asistió a la parturienta. Esta familia volvió al año siguiente al mismo hotel para celebrar el primer cumpleaños de la niña. Muchos clientes buscan en la instalación hotelera al futbolista moganero David Silva, imagen de la cadena, en la que trabajó su madre.

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