El Cabildo de Gran Canaria hasta elevó una súplica cargada de prudencia. A la Cumbre no, grancanarios. Todas las carreteras están cortadas y lo están, entre otras cosas, por su propia seguridad. Pues para nada. Allí que se fueron miles de entusiastas que no llegaron más allá de donde les habían advertido.

¿Que por qué? Pues porque además de la nieve. Gran protagonista ella, había que despejar las vías de ramas, hielos, escorrentías, daños en el firme y también garantizar el acceso hacia la costa de los cumbreros... que un mal día lo tiene cualquiera y no es cuestión de que las urgencias se atascuqen. Una situación de emergencia, vaya.

A todas éstas, el viento mantenía en alerta a la Isla, y también la mala mar, aunque a nadie (o a muy pocos) se le ocurrió ir a La Aldea o a Agaete 'a dar una vuelta'.

Total, que si la nevada fue histórica, la respuesta del pueblo también. Ni carnaval ni nada. Donde haya una cumbre blanca....