Dispuesta bajo su palio de terciopelo negro, la Virgen de la Soledad, ya vestida, impone como nunca. La pieza, de Luján Pérez, procesiona esta noche por Telde con una novedad, su ornato, al que por primera vez se suma un invitado inédito: 500 rosas de color champán traídas directamente de Ecuador.

Segundo Amador, el mayordomo de la imagen, el encargado de acicalarla en sus últimas cuatro décadas, ha sido el principal promotor de la idea. Él y una quincena de feligreses y colaboradores de la parroquia de San Juan Bautista, que no han dudado ni un momento en aportar su granito de arena para que el trono, que cierra una comitiva formada por ocho pasos, sobrecoja a propios y extraños.

¿Y por qué de Ecuador? "Pues porque son muy vistosas y más baratas", reconoce su ángel de la guardia. A mediodía de ayer, Amador no paraba de ir de un lado al otro del templo. En una pequeña estancia de la Basílica mantenía su tesoro a recaudo. "Es que es lo último que ponemos y tratamos de preservarlas al máximo para que muestren su mejor cara", decía.

Empaquetadas en grupos de 25 unidades, las flores compradas a la empresa Greengarden llegaron al Aeropuerto de Gran Canaria el martes. Tras unas horas resguardadas en cámaras frigoríficas, la intención de Amador era la de ir colocándolas con mucho mimo al cierre de esta edición. Doscientas calas blancas, con todas las flores dispuestas a sus pies y rodeando la composición, realzarán y complementarán al conjunto.

Como es tradición, La Soledad cierra la magna procesión del Viernes Santo en Telde. En la memoria del mayordomo sólo se halla una ocasión en la que no pudo cautivar a sus fieles. "Aquel año, estando aún don Francisco González de párroco, llovió y no salimos".

Junto a ella, hoy pasearán por San Juan las imágenes del Señor Predicador, Jesús en el Huerto de los Olivos, el Señor de la Cruz a cuestas, el Cristo de la Agonía, otro Cristo manufacturado por Luján Pérez, el Sepulcro y San Juan Evangelista, que también lleva el sello del artista guiense. La banda municipal de música y una banda de cornetas y tambores completan la procesión. Y tres devotos que interpretarán malagueñas.

Trasiego y bullicio inundan el interior del templo en pleno miércoles santo. El gran momento se acerca. Hoy, a partir de las 19.30 horas, muchos verán su trabajo. "Y otra novedad", añade en el último momento Amador: "a la Virgen con su corona imperial, que no se la habíamos podido poner en los últimos 15 años y que ahora recuperamos al darle más altura a los varales de plata".