El Anexo III de la propuesta del Cabildo de Gran Canaria para declarar el Oasis de Maspalomas como Bien de Interés Cultural (BIC), el documento que enfrenta en los últimos días a los partidarios y detractores de crear un Sitio Histórico en esa zona del sur de la Isla, establece unas pautas de intervención que prioriza el uso comercial sobre el hotelero y el residencial, así como una serie de actuaciones específicas que afectan de forma directa y exclusiva a dos hoteles, el Riu Oasis y el Palm Beach (de la empresa Seaside), y al centro comercial proyectado por el grupo Satocan en la cubierta del aparcamiento de Maspalomas.

Las operaciones urbanísticas en el suelo comercial del Oasis están también en el origen de la denuncia ante la Fiscalía Provincial de Las Palmas y cuya investigación está a punto de concluir. El próximo 11 de agosto se cumple el plazo de seis meses que tiene el fiscal decano de los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana para tomar una decisión sobre la denuncia del empresario Cristóbal Rodríguez Marichal.

Este propietario y promotor de la rehabilitación del Centro Comercial Oasis reveló la existencia de contratos y negociaciones entre la familia Rodríguez Marichal , representantes del grupo Lopesan y el despacho de abobados del presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, ahora dirigido por su hija Elena Bravo de Laguna, para la renovación de establecimientos turísticos y recalificaciones urbanísticas.

Resolución final

Dos días antes, el 9 de agosto, también se cumple el plazo que tiene el Gobierno de Canarias para aprobar o rechazar el expediente del BIC que le ha remitido el Cabildo de Gran Canaria y que ya tiene el informe favorable del Consejo de Patrimonio Histórico. A la espera de la resolución final del Ejecutivo de Paulino Rivero, que podría producirse en su reunión de mañana viernes, el debate entre los empresarios a favor y en contra del Sitio Histórico se centra en el contenido y las interpretaciones del Anexo III del BIC.

En la actualidad, señala ese documento del Cabildo, "el uso del alojamiento turístico es, con diferencia, el más importante de cuantos asigna el planeamiento al Oasis, seguido, en menor proporción, por el comercial, por el residencial permanente o temporal no turístico y por la presencia puntual de servicios de playa". Sin embargo, añade la propuesta del Cabildo, "se considera que el uso de alojamiento turístico, o el de residencia, son los que más se alejan del objetivo de recuperación y mantenimiento de los valores históricos y naturales que soportan los valores patrimoniales detectados".

"Y ello se produce", recalca el anexo firmado por el presidente José Miguel Bravo de Laguna, "porque, como se ha demostrado en la realidad, su materialización requiere de un gran consumo de suelo, de edificabilidad y de volumen que, llevados a umbrales de rentabilidad y calidad tipo, entran en grave conflicto con la protección del Sitio Histórico y de sus valores".

El documento fija cuatro pautas sobre "compatibilidad y localización de usos en el entorno del Oasis". La primera establece que "resultarán compatibles con la protección del Sitio Histórico aquellas actuaciones que se dirijan a la relocalización del uso de alojamiento fuera del ámbito del BIC o su transformación en otros usos de igual o superior rentabilidad económica o social, siempre y cuando no se aumente la presión de uso actual sobre el enclave."

La segunda pauta de intervención apunta que resultará compatible "la reubicación fuera del ámbito del BIC de la edificación hotelera a renovar y la reutilización de las parcelas liberadas para espacios libres o equipamientos o actividades compatibles con el Sitio Histórico".

"También resultará compatible toda aquella actuación dirigida a liberar del entorno del Faro de Maspalomas todos aquellos usos y volúmenes que actualmente ejercen una influencia negativa sobre su percepción y realce", indica el punto tercero del Anexo III.

Por último, el documento dice que se podrán realizar "todas aquellas iniciativas dirigidas a la recuperación de la primera franja costera como elemento principal en el reconocimiento del valor histórico, paisajístico y natural del Oasis de Maspalomas, incluyendo la relocalización de la actividad comercial y hotelera fuera del ámbito del BIC o en edificaciones, actualmente existentes en su interior, que se consideren compatibles con la protección de sus valores".

Mientras que el Cabildo interpreta y asegura que los criterios técnicos recogidos en el Anexo III del BIC tienen carácter general y solo regirán entre la declaración del BIC y la entrada en vigor del correspondiente Plan Especial de Protección del área afectada, la cadena Riu y la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) consideran que esas son las pautas que se impondrán en el Sitio Histórico, pues de hecho ya se incluyen intervenciones que afectan directamente, "con nombres y apellidos", a algunos establecimientos del Oasis.

En los criterios sobre el sistema de circulación viaria se propone "replantear el acceso al Hotel Palm Beach, localizándolo preferentemente en la rotonda existente en el actual vial de penetración a la zona hotelera". También se plantea "realizar el traslado de la vía que bordea la parcela del Hotel Palm Beach para ajustarla a una nueva delimitación de la misma compatible con la recuperación del Palmeral como espacio público".

En las pautas sobre el sistema de aparcamientos se recoge como primer objetivo "vincular la capacidad alojativa de cada parcela a la previsión de acoger plazas de aparcamiento en su interior". Esto, según la FEHT supone "la condena de los complejos de apartamentos que existen en la zona, pues no tienen plazas de garaje ni terreno donde construirlas, salvo que derribando una parte del propio edificio".

También se cita en este apartado al establecimiento alojativo de Riu, en concreto cuando se plantea "redimensionar o relocalizar el actual aparcamiento situado en el interior del Palmeral, que da servicio al Hotel Oasis, de acuerdo con la capacidad de carga y de uso prevista".

La terraza comercial que promueve el grupo Satocan en la cubierta del parking de Maspalomas, incluida en el Plan de Modernización y Mejora Turística del Gobierno de Canarias, tampoco escapa a las referencias directas en el Anexo III. Una de las pautas de actuación es "garantizar la percepción del entorno natural de las Dunas, la Charca y su entorno desde la carretera de acceso al Faro de Maspalomas, lo que implica limitar cualquier posible incremento del volumen del actual edificio de aparcamientos con añadidos o nuevos usos que impidan o dificulten dicha contemplación".

Las empresas Riu y Satocan, y la patronal turística FEHT, presentaron recursos contencioso-administrativos contra la incoación del BIC de Sitio Histórico y lo han confirmado en distintos Juzgados de Las Palmas de Gran Canaria.