El grupo de gobierno del Partido Popular (PP) en el Cabildo informó ayer a la Junta de Portavoces de la corporación insular que ni el presidente, José Miguel Bravo de Laguna, ni el consejero Aladino Suárez forman parte de esta formación política. Pero, Bravo de Laguna, que pidió la baja de las filas del PP el pasado viernes 13 de marzo, seguirá ejerciendo como presidente del Cabildo de grancanario, pese a que ahora pertenece al grupo de no adscritos, al igual que Aladino Suárez, que renunció también ayer a continuar como militante de la formación popular. Ambos ex militantes del PP forman parte de la coalición Unidos por Gran Canaria.
Con las expulsiones de Bravo de Laguna y Aladino Suárez, el grupo del PP en el Cabildo se reduce de catorce a doce miembros: Carlos Sánchez, que seguirá como portavoz, Lucas Bravo de Laguna, que actuará de portavoz adjunto, Ana Kursón, Francisco Santana, Auxiliadora Pérez, María del Carmen Rosario Godoy, Marco Aurelio Pérez, Francisco González, Melchor Camón, Mari Carmen Muñoz, José Miguel Álamo, y María del Mar Arévalo. Será en el pleno ordinario, convocado para el próximo viernes, cuando se pondrá en escena la nueva composición política de la Casa Palacio.
Las directrices que el presidente regional del PP en Canarias, José Manuel Soria, dio el pasado domingo a los consejeros, durante una reunión que se prolongó durante unas dos horas, fue que se mantengan en sus cargos en la corporación hasta que acabe el mandato y que sigan defendiendo las siglas del PP frente a los que se han apartado de la disciplina del partido. En lo que más insistió el también ministro de Industria, Energía y Turismo, fue en que "el defensor de los intereses de Gran Canaria no es Bravo de Laguna, sino el PP, que es la formación en la que depositó su confianza una mayoría del electorado, y que el presidente ha sido un destacado dirigente que ha sido apartado del Partido".
Igual que en Ingenio
La situación de Bravo de Laguna en el Cabildo es la misma que ha vivido en este mandato el alcalde de Ingenio, Juan José Gil. Tras ser expulsado del PP, Gil pasó a integrarse en el grupo de no adscritos, pero sin abandonar la alcaldía. Este mismo panorama ya lo han afrontado otros dirigentes del PP estando al frente de corporaciones. Fue lo que sucedió con José Sintes, cabeza de lista de los populares en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1991, que abandonó el partido, y al ser elegido alcalde en 1992 pasó a formar parte del grupo mixto. En este caso, los populares presentaron un recurso, que primero fue rechazado, y es aceptado después, el 27 de enero de 1993, tras un recurso de amparo presentado por José Miguel Bravo de Laguna. Esta sentencia planteaba que Sintes no podía ser alcalde, y la misma es la que ahora, según aseguró ayer la senadora Josefa Luzardo maneja el partido para ver si se puede aplicar al propio Bravo de Laguna, que en su día dijo sentirse satisfecho por lo que logró con el recurso.
Por su parte, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, aseguró ayer que se va a centrar en proyectar una defensa de la Isla para conseguir reequilibrar el Archipiélago canario. "Tengo relativamente poco tiempo para poder explicar a los grancanarios qué es lo que me propongo con Unidos por Gran Canaria y con la plataforma que hemos creado como posibilidad de lanzamiento de futuro de la Isla", dijo ayer martes en declaraciones a los medios de comunicación.
