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Las colas atascan el Norte por la obra de la Circunvalación y el cierre de Piletas

Los conductores tardan más del doble de lo habitual en las horas punta de la mañana

Reorganización del tráfico por las obras en la Circunvalación, en Las Palmas de Gran Canaria. JOSÉ CARLOS GUERRA

Vuelven los atascos al Norte. Los automovilistas se enfrentan en las horas punta de cada mañana a retenciones que se alargan hasta dos hora en trayectos de menos de 45 minutos, en imágenes casi olvidadas desde que se ensanchó el tramo de Bañaderos (Arucas). Los alcaldes piden la presencia de Guardia Civil de Tráfico para acelerar la circulación, y temen que el problema se alargue al menos hasta navidades, ya que el origen del problema puede estar en el cierre por obras de un tramo de la cuarta fase de la Circunvalación (Arucas-Las Palmas de Gran Canaria) y del tramo de Piletas, ambos en Tamaraceite, que desvían hacia la costa a conductores de las medianías.

Eran imágenes casi olvidadas. Pero llegar a Las Palmas de Gran Canaria desde Arucas, Moya, Guía y el resto de la comarca se ha convertido en una odisea entre las siete y las ocho de cada maña en días de trabajo y colegio. La lluvia y los desprendimientos fueron un aviso, pero ahora el problema se ha acrecentado como consecuencia de las obras de conexión de la cuarta fase con la GC-3 (que unirá Arucas con Las Palmas de Gran Canarias), que ha restringido la circulación a un carril por sentido en la circunvalación. A esto se suma el cierre desde hace un año en la misma zona del enlace de Piletas con Teror.

Ambas actuaciones, que se alargará al menos hasta las Navidades, están teniendo un impacto directo en la autovía de la costa, que ha tenido que asumir buena parte de ese tráfico procedende de Arucas, Teror y Las Medianías. El resultado es el tapón que se registra en la entrada a la capital por El Rincón, con especial incidencia en la rotonda de Transmontaña y la Granja del Cabildo, en Arucas, donde confluyen miles de automóviles a una misma hora de máxima actividad.

El tráfico lento alcanza Tinocas y El Rincón, desde el Noroeste. El problema se acrecentó con las lluvias, ya que las retenciones se alargaron hasta la zona industrial de Guía (más allá del puente de Silva), en una situación varia que había sido olvidada hace muchos años.

Los ejemplos son muchos, pero hay quien habla de hora y media para llegar desde Gáldar hasta el colegio en Las Palmas entre las siete y las ocho de la mañana de un día laborable, o hasta la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, más del doble de lo que ocurriría un día sin incidencias.

El alcalde de Arucas, Juan Jesús Facundo, reconoce que la situación "es un caos", como ha comprobado personalmente. Habla de estar hasta hora y media en cola, que sólo se agiliza cuando se posiciona alguna pareja de la Guardia Civil en la zona. Y teme que el problema se pueda acentuar en la subida a Arucas en horas de la tarde con la próxima apertura de la cuarta fase hasta el parque de bomberos, ya que quedaría pendiente rematar la conexión final con la Granja.

Los alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, y de Moya, Poli Suárez, han solicitado una reunión cada uno con la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, para pedir la colaboración de la Guardia Civil de Tráfico. Guía habla de imágenes que ya creía superadas hace años. Por eso se demanda soluciones "inmediatas y urgentes".

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