La cumbre grancanaria permaneció sellada ayer, por segunda jornada consecutiva, a causa de la nieve caída desde el jueves, que no cesó de acumularse durante todo el viernes, y el cierre de carreteras ejecutado por el Cabildo de Gran Canaria, en el marco del Plan de Emergencias Insular, aunque centenares de personas se acercaron para disfrutar de la atípica estampa invernal.

"La gente se ha controlado un poco más respecto a otros años, también hubo más previsión, planificación y coordinación", valoró el responsable de operaciones del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, Mario Beltrán, en plenas labores sobre el terreno, con epicentro en la Cruz de Tejeda (1.560 metros sobre el nivel del mar). "Imagínate si no haces una buena operación cerrojo, se arma un cristo monume'ntal", añadió el oficial, de 50 años, un lustro al frente de las operaciones del Consorcio y tres decenios de experiencia en el sector (bomberos de Las Palmas de Gran Canaria, Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 1-1-2 o ambulancias y helicópteros de urgencias).

Por tanto, "ni el viernes ni el sábado, el domingo y el lunes son los días ideales para subir a la cumbre, la gente va a poder disfrutar de la nieve, sin comprometerse ellos ni comprometernos a nosotros", subrayó Beltrán, vestido del amarillo representativo del Consorcio. En su opinión, "ha sido una nevada fuerte, pero no la bestialidad de hace dos años, fue histórica".

La prioridad de los hombres y vehículos de amarillo, cuya plantilla de 200 personas realizó turnos de 24 horas con más de 40 efectivos desplegados al mismo tiempo en toda la isla, consistió en mantener abierto la conexión viaria de la GC-15 entre San Mateo y Tejeda, fundamentalmente desde el cruce de Aríñez hasta la cuenca del centro grancanario,objetivo mantenido a lo largo de la jornada, pero siempre surgen complicaciones. Y el cumplimiento de la ley de Murphy no sólo significa que arrecie la ventisca cuando toca salir del vehículo, mera anécdota.

Justo antes del almuerzo, sopa o potaje de berros y pollo o costillas asadas en el restaurante Yolanda de la Cruz de Tejeda, personal de la compañía eléctrica Endesa avisaron a la cuadrilla del Consorcio de un fallo en el suministro de las antenas instaladas en Los Pechos, zona donde también aguardaban su relevo un par de técnicos de las dependencias cumbreras de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena). Los hombres amarillos Francisco Tejera, Daniel Olivares, Jorge Pizarro, Babil Cordero y Juan Francisco Martín, además de Mario Beltrán, debieron apurar la comida.

Más tranquilos almorzaron poco antes en el mismo establecimiento Alexis Suárez, de 38 años y vecino de Las Palmas de Gran Canaria, con Lole, Laura y Lola, su mujer y sus dos hijas. "No me enteré [de los avisos del Cabildo de evitar desplazamientos a la cumbre], me dijeron ellas y vinimos a las seis de la tarde del jueves, pero empezó a granizar y a nevar, cortaron las carreteras y nos tuvimos que quedar aquí, pero hubo suerte, cogimos casi la última habitación del Parador", relató el capitalino empresario de la hostelería.

"Nos atrevimos y no me arrepiento, nos cuadró bien y nos hemos divertido, nunca había visto que nevara, así que estoy encantado y también las niñas [de 12 y 2 años], lo han pasado fenomenal, con un poquito de frío, porque no vinimos preparados", admitió Alexis Suárez.

Y no fueron los únicos sorprendidos en la cumbre durante la tarde del jueves por la nevada, pese a las insistentes advertencias oficiales, ya que tanto el Parador de la Cruz de Tejeda como el hotel El Refugio completaron sus 43 y 15 habitaciones, respectivamente. "Hay gente que tuvo que quedarse porque no tenía por donde salir, con las carreteras cerradas, casi toda la noche ha estado nevado y bastante fuertito, con temperaturas bajo cero, pero dentro se estaba calentitio, con el potajito y el chocolatito", bromeó José Carlos Rodríguez, de 50 años y miembro de la familia propietaria tanto del hotel El Refugio como el restaurante Yolanda, antes de remontarse a 2014 o 1972 para encontrar una nevada similar.

Tras el almuerzo, la cuadrilla del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria cruzó la barrera de carretera cortada, en el lateral del alojamiento rural El Refugio, para dirigirse hacia el área del Pico de las Nieves a bordo de varios vehículos 4x4, encabezadas por un camión polivalente con pala para retirar alrededor de 30 centímetros acumulados sobre la vía. En pleno avance junto a un automóvil todoterreno de Endesa, con personal para reparar la avería eléctrica, se cruzaron con tres quads justo a la altura de un vehículo de marca Mercedes sepultado por la nieve desde ayer, un ejemplo oportuno para recomendar a los aventureros el desalojo del área.

Una vez abierto el camino hasta las torres del tendido eléctrico afectadas por el corte del suministro, cuya reparación permitió garantizar las comunicaciones en un área y momento clave, el equipo amarillo se encaminó hacia las instalaciones de Aena bajo el Pico de las Nieves, cuyo relevó se aplazó finalmente a causa de la cantidad de nieve acumulada. Aunque el camión logró despejar la carretera hasta el Pozo de las Nieves, justo a la entrada del área militar, la hora tardía desaconsejó continuar un kilómetro más allá, así que la sustitución de los dos técnicos y los cinco uniformados del techo grancanario deberá esperar hasta la mejoría de las condiciones meteorológicas ante el acondicionamiento de las dos instalaciones para una situación extrema.

Apenas preparación, por el contrario, presentaron hasta otros cinco vehículos localizados de excursión familiar, niños incluidos, en un área de acceso restringido al filo de las 19.00 horas, en pleno atardecer, finalmente escoltados hasta la Cruz de Tejeda, aunque todavía se atrevieron a detener la comitiva para tomar una fotografía o llenar un cubo de nieve. Y en el Parador aún aguardaban entonces otros cinco excursionistas, veinteañeros de la capital grancanaria, sin posibilidad de regresar a pie hasta su vehículo en Salto de Aríñez, por lo que se evacuaron a bordo de los vehículos del Consorcio de Emergencias de Grancanaria. Poco después de las 20.00 horas, los hombres de amarillo abandonaron la Cruz de Tejeda, pero volverán hoy, tranquilos.