Angela Murphy aterrizó por primera vez en Gando en 1982. Por aquel entonces Gran Canaria aún no contaba con las "carreteras y las avenidas" que hoy en día conectan el litoral sureño. En sus inicios Playa del Inglés era una urbanización "cómoda y agradable", pero 34 años después se ha convertido en "mi segunda casa", confiesa la visitante irlandesa, quien recibió un premio en el centro comercial Águila Roja el pasado 17 de marzo, día de San Patricio, por su fidelidad al destino turístico. La seguridad de la Isla constituye uno de sus mejores atributos, según Murphy.

Llega un momento en el que muchos turistas de San Bartolomé de Tirajana adquieren el estatus de residentes invernales. Conocen a la perfección los lugares donde comprar productos frescos y de la tierra en el sur de la Isla. Acuden a la iglesia, al médico y normalmente disfrutan de una segunda familia que han creado con los años en su destino de vacaciones. Regresan cada otoño por el clima, "claro está", pero sobre todo porque se sienten como "en casa". Angela Murphy, de 73 años, se declara una "enamorada de Gran Canaria". De "sus paisajes, de su gente".

En su Irlanda natal, por estas fechas, "llueve mucho". El sol de Playa del Inglés, en cambio, invita a disfrutar de "un paseo hasta San Agustín cada día". "Las papas están buenísimas y el pescado fresco, más todavía". Aunque si a Murphy le apetece darse un homenaje con un filete de carne al estilo irlandés sabe donde encontrarlo. "El Irish Jockey lo prepara muy rico", advierte la extranjera.

En los últimos 34 años, la pareja formada por Jimy Roche y Angela Murphy solo ha cambia Gran Canaria por Málaga como destino de vacaciones en solo una ocasión. "Y nunca más". "Es lo que tiene encontrar tu sitio de vacaciones en el mundo, que no lo cambias por ningún otro", desvela Murphy.

Esta pareja de Wexford, al Sur de Irlanda, disfruta de su jubilación seis meses al año en el complejo Jardín del Atlántico y otros seis en su ciudad de origen. Otras veces se han alojado en Corona Blanca, Green Field o Green Park, siempre alrededor del denominado "irish center".

La próxima semana, el matrimonio vuelve a Irlanda para comenzar a disfrutar de la primavera con su familia. En esta ocasión, en la maleta llevan una placa concedida por el cónsul de Irlanda en Las Palmas, Víctor Aúz, que reconoce su predilección por Gran Canaria. "Me he vuelto famosa", bromea Angela, mientras observa su trofeo. Cuando llegue a Irlanda, la turista planea mostrar con orgullo a sus amigos y familiares la distinción que obtuvo en Gran Canaria.