Casi una veintena de grupos y particulares han pedido autorización al Cabildo de Gran Canaria para realizar apañadas de cabras asilvestradas en los espacios naturales protegidos de Guguy, Inagua y Tamadaba, el doble de las solicitudes de la anterior campaña, según informó ayer la Consejería de Medio Ambiente, quien precisó que se han recibido 19 peticiones, de las que 15 están admitidas. Las otras cuatro presentan defectos de forma, pero se está trabajando para subsanarlas.

Al igual que la Federación del Salto del Pastor, que ha llegado a un acuerdo con el consejero Juan Manuel Brito para organizar recogidas de animales a partir del próximo verano, estos colectivos intentan evitar la eliminación del ganado guanil mediante disparos con armas de fuego, lo que ha generado un amplio rechazo en la sociedad grancanaria.

Medio Ambiente está elaborando la normativa que regirá las apañadas de cabras y el destino de los animales que sean capturados, pues considera que es una actividad peligrosa que requiere me- didas de seguridad en el campo y también garantías sanitarias. Brito calcula que durante este vera-no se podrán dar las primeras autorizaciones.

Los grupos que se oponen a las matanzas de cabras han acogido con "satisfacción" el compromiso de Brito de no realizar más batidas con rifles hasta comprobar la efectividad de las apañadas. Al respecto, el etnógrafo Cristóbal Navarro, que participó el jueves en la reunión entre los responsables de Medio Ambiente y la Federación del Salto del Pastor, recordó ayer que la cabra "es seguramente el animal doméstico más importante en la vida de los canarios desde hace más de 2000 años", pues su carne y su leche ha quitado el hambre de los primeros pobladores de las Islas y también tras la conquista, "a pesar de que algunos naturales de Gran Canaria se avergüencen de este animal y lo traten con vejación".

Navarro resaltó que se han usado los huesos y cuernos de cabra para fabricar útiles de labranza, garrotes de pastores, arados, naifes (símbolo de orgullo identitario en Gran Canaria), anzuelos, agujas o hueseras para crear música. Su cuero, según este etnógrafo, también ha servido para cubrir el cuerpo de los isleños desde época inmemorial, soportando las inclemencias del tiempo desde los antiguos naturales hasta fechas relativamente recientes. Tanto es así que la montera canaria tiene origen en el uso del cuero de baifo que se empleaba situado en la cabeza, así como zurrones, morrales, bolsos, guantes o mantas.

"Por todo ello, queda suficientemente demostrado que siempre ha estado a nuestro servicio ¿ y hoy nos avergonzamos de ellas por hacer su labor? Nada peor que un pueblo desagradecido", apuntó Navarro, quien consideró que el Cabildo debe velar por el patrimonio vegetal y animal de la isla, pues tanto los animales domésticos con miles de años entre nosotros, como las plantas introducidas con los tiempos de otros lugares, han experimentado un cambio desde su lugar de origen sin importar la cuantía de su presencia temporal, pues lo importante es que ahora forman parte de nuestro patrimonio natural".

En su opinión, "matar las cabras es acabar con una seña de identidad de los canarios", por lo que propone apañadas en condiciones , mejora de la cabaña insular con el intercambio genético y adopción de los animales recogidos".