La zona del El Tanquillo de Santa Lucía se convirtió ayer en el centro de referencia de la Caldera de Tirajana gracias a los diferentes cortes de tráfico de entre cinco y siete minutos para evitar ruidos y permitir el rodaje de varias escenas de la película 1898. Los últimos de Filipinas, dirigida por Salvador Calvo. El trabajo final de los profesionales de la construcción del pueblo Baler de la isla filipina de Luzón y la entrada y salida de actores y figurantes del recinto hicieron que muchos conductores y vecinos se detuvieran a interesarse por lo que acontecía en el lugar.
No faltaban residentes del pueblo como Román López y Néstor Sánchez y la joven Magdalena Socorro, de Temisas, que estuvieron en las puertas para ver entrar y salir a los artistas. "Este rodaje está dando mucha vida al pueblo porque parados, restaurantes, panaderías, dulcerías, casas rurales y viviendas están haciendo su agosto en mayo", comentó Román López. Pero, los tres jóvenes no pudieron hablar ni saludar a los pocos protagonistas que vieron entrar.
Furgones traían a los personajes que tenían que actuar desde el hotel Las Tirajanas, donde se hospedan la mayoría de los artistas, hasta la zona del montaje, como sucedió con el famoso Koldo de Ocho apellidos vascos Karra Elejalde, que llegó caracterizado de fraile franciscano, y el también actor Álvaro Cervantes, entre otros. "Los artistas están volcados en el trabajo y podrán atender a la prensa cuando concretemos una visita guiada", reiteraron ayer fuentes de organización de la película.
Figurantes
También entraban y salían figurantes como el joven Daisuke Ramírez Cervera, nacido en Las Palmas de Gran Canaria de padre japonés y madre colombiana. "Estoy muy contento de participar en esta película como figurante. Ya estuve en el rodaje de Guinea y la experiencia ha sido muy interesante", apuntó este joven que bien puede pasar por un filipino.
En los próximos días, además de Karra Elejalde y Álvaro Cervantes, también participarán en el rodaje actores españoles como Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Carlos Hipólito, Eduard Fernández, Ricardo Gómez, Miguel Herrán, Patrick Criado, Emilio Palacios y Alexandra Masangkay. La película rememora el sitio de Baler, desde el 30 de junio de 1898 al dos de junio de 1899, por parte de los insurrectos filipinos a los españoles en la iglesia del pueblo filipino de Baler.
Desde diciembre de 1898, con la firma del Tratado de París entre España y Estados Unidos, se ponía fin formalmente a la guerra entre ambos países, que habían firmado un alto el fuego en agosto, y España cedía la soberanía sobre Filipinas a Estados Unidos. Debido a esto, los sitiados en Baler son conocidos como los últimos de Filipinas, cuyas vicisitudes ya fueron llevadas al cine solo una vez hace setenta años.
Por otro lado, ayer fue el último día de la mayoría de los veinticinco profesionales que han estado montando la iglesia y el poblado para acoger las actuaciones del asedio por parte de los filipinos del destacamento español en el pueblo Baler durante casi dos meses. "Todo está listo y ya la mayoría nos vamos entre hoy y mañana", apuntó el carpintero José Miguel Pérez, quien valoró la reconstrucción del pueblo como "perfecta".
El dueño del terrero donde se ha construido la iglesia de Baler, Benigno López Ramírez, se mostró "satisfecho" del trato hecho con la producción de la película. "Estoy contento y orgulloso. Solo espero que el terreno donde se ha construido la iglesia vuelva a estar igual y si es posible mejor de lo que estaba antes", añadió.
Asimismo, el dueño del restaurante Hao de Santa Lucía, Borja León López, valoró positivamente que "el rodaje de la película se haga en el pueblo, porque ha llegado en el momento oportuno, justo cuando estamos en temporada alta. Nos estamos beneficiando todos los restaurantes, comercios, panaderías y los parados".
El restaurante más cercano a la producción de la película está dando una media diaria de 80 menús, pero en los próximos días se duplicarán con la participación de los figurantes. Los clientes de ayer pudieron saborear potaje de lentejas, ensalada griega, cerdo con champiñones, ensalada de judías, arroz blanco, tacos de pescado con mojo de cilantro, papas panaderas y papas arrugadas, entre otros.
Para el dueño de otro comercio cercano, Gaspar García, "la presencia de tantos artistas y figurantes están haciendo que muchos negocios estemos viviendo el agosto en mayo, además de que muchos parados hayan podido trabajar varias semanas en la reproducción del poblado". De igual pensamiento fue la joven Sheila López: "Esto está revitalizando el pueblo y ojalá se remita".
En el mismo sentido se pronunció el dueño de la empresa Glopi, Pablo Álvarez: "Hemos contratado 25 personas durante dos meses para el acondicionamiento de la zona de rodaje de la cinta, además de ofrecer apoyo logístico y maquinaria a la productora de Los últimos de Filipinas. En estos momentos de crisis nos viene de maravilla proyecto cinematográficos como éste".
Proyección turística
Igualmente, el concejal de la zona alta de Santa Lucía, Francisco García, manifestó ayer que "además de ser una proyección turística del municipio, la película es una oportunidad para el incremento de los recursos económicos en esta temporada baja del casco". Así las 20 casas rurales como otras 16 casas privadas han sido ocupadas por participantes en algunos de los momentos del rodaje.
El también responsable municipal de Obras Públicas destacó que "todos los negocios se están beneficiando y cada vez son más las personas que piden poder usar la piscina o el gimnasio. Indudablemente el pueblo está revitalizado estos días como hace años que no sucedía". García valoró "la rapidez y la coordinación con la que se ha montado el poblado, se ha recreado la iglesia de Baler. Además estamos orgullosos de que los trabajadores se han integrado muy bien con la gente del pueblo, creándose una buena familiaridad".
El Ayuntamiento ha mostrado su máxima colaboración desde que se inició el proyecto. "No hemos hecho ningún convenio, solo hemos planteado que los mayores recursos económicos se queden en el municipio", apuntó García. Las construcciones realizadas en El Tanquillo se demolerán en julio.
