El PSOE en la oposición reclamó ayer al grupo de gobierno municipal que excluya a la empresa municipal Aguas de Teror de las batallas políticas internas. "No vamos a permitir que por rencillas políticas, esta gestión sea vea perjudicada y dé al traste con la buena y necesaria marcha de nuestra empresa", manifestó el portavoz, Gonzalo Rosario.

El consejo de administración de la compañía acordaba el lunes revocar la presidencia a la alcaldesa de Teror, Isabel Guerra (Nueva Canarias), asumiendo estas competencias el consejero delegado y primer teniente alcalde del Ayuntamiento, José Luis Báez (PP), como ya avanzaba este periódico. La decisión contó con los votos de los dos altos cargos de la empresa y del propio Báez, frente a los votos de la alcaldesa y del secretario del ayuntamiento.

La decisión se tomaban, según sus promotores, porque Guerra (que continúa como vocal-consejera) estaba asumiendo competencias ajenas a sus funciones, además de tomar una serie de medidas que podían poner en el mercado información sensible que podía perjudicar a Aguas de Teror.

La alcaldesa evitó pronunciarse sobre la medida de forma oficial cuando fue consultada por este periódico, si bien extraoficialmente en un primer momento, apuntó que la decisión debía tomarse en una asamblea general, que se convocará en junio, por lo que creía que era ilegal. Sin embargo, tras publicarse la noticia, no ha dudado en hacer pública su tesis.

Por este motivo, el PSOE en la oposición decidió ayer salir en defensa de la imagen de Aguas de Teror. Sobre todo, debido a las tensiones que existen entre los socios en el gobierno municipal, en el que se incluyen junto a Nueva Canarias y el Partido Popular, Coalición Canaria y Alternativa por Teror.

El PSOE reclamó al Grupo de Gobierno "que respete el pacto no escrito, que desde siempre ha existido entre todos los partidos políticos en Teror, para que la gestión e imagen de la empresa municipal Aguas de Teror, quedase al margen de cualquier disputa política, y en estos momentos entendemos no está siendo así". En este sentido, recalcó que la compañía con 254 trabajadores "ha sido y es santo y seña de nuestro Teror, fuente de riqueza económica y de generación de puestos de trabajo para el municipio, a la vez que embajadora del nombre de nuestra Villa mucho más allá del ámbito local. Ejemplo reconocido por propios y extraños de cómo se debe gestionar una sociedad pública municipal".

El concejal socialista remarcó que "no vamos a permitir que por rencillas políticas, esta gestión sea vea perjudicada y dé al traste con la buena y necesaria marcha de nuestra empresa", por lo cual exigió "que dejen de utilizar Aguas de Teror, como arma arrojadiza para escenificar sus diferencias".