La Villa de Moya mostró ayer su devoción a San Antonio de Padua en la tradicional eucaristía y posterior procesión con la imagen del santo por las principales calles del casco ante cientos de fieles. Además, el municipio acogió una degustación de quesos, repostería y setas, todos productos de la localidad, que resultó un éxito.

A las 12.00 horas, y con el buen tiempo siempre presente, comenzó la misa en la iglesia Nuestra Señora de Candelaria. Al finalizar, los vecinos del pueblo se reunieron en los alrededores para asistir al habitual canto de los pajaritos y al espectáculo de danza llevado a cabo por el grupo El Norte de El Hierro, que quiso despedirse del municipio con un baile previo a la salida de la procesión por la zona en fiesta.

Tambores, chácaras y pitos acompañaron el jolgorio y animaron la jornada que abarrotó las vías de Moya. Desde los más pequeños hasta los mayores, todos disfrutaron del festejo tradicional.

Por otro lado, la plaza Tomás Morales ofreció a los transeúntes degustaciones de diferentes productos. Por un lado, 16 queserías locales dieron a probar sus quesos de gran calidad, mientras que distintos negocios de repostería endulzaron la mañana con los típicos suspiros y bizcochos. Se ofrecieron, también, setas cultivadas de forma artesanal preparadas para la ocasión.