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Premios del Centro de Iniciativas Turísticas Medallón a la Excelencia

"El restaurante fue el sitio de encuentro para comenzar la noche del Carnaval"

"A Arzak le encantó todo lo que comió, y comentó que se notaba que teníamos buenos productos", asegura Isaías Santana Rodríguez, socio del grupo Hermanos Rogelio

Isaías Santana Rodríguez en el comedor del restaurante Hermanos Rogelio el pasado martes. YAIZA SOCORRO

M. Pino Pérez

¿Qué fue lo que animó a cuatro hermanos de Valleseco a montar un restaurante en la capital a finales de los sesenta?

Pues fue algo casual. Habíamos mirado varios sitios, y nos comentó Carlos Acosta Lantigua el propietario del local donde había estado antes la cafetería Donuts, que si queríamos trabajar con él, y así empezamos primero con un sueldo y luego a comisión hasta que compramos estas instalaciones. Decidimos apostar por este sitio, pese a que alrededor no había nada de lo que hay hoy, la fábrica de las galletas Bandama y poco más, porque pensamos que estaba bien situado.

¿Qué recuerdos guarda de los turistas que llegaban entonces de visita a la ciudad?

La verdad es que siempre hemos trabajado más con la gente del país. Sí que venían entonces grupos de extranjeros que llegaban en guagua del Sur, y se tomaban el aperitivo, pero entre la clientela hemos tenido siempre más turistas peninsulares.

¿Cuáles son los platos que tienen más éxito entre la clientela?

Las papas arrugadas y el mojo siguen siendo lo más reclamado. Pero también la pata de cerdo, y el gofio escaldado, que aunque a los peninsulares les puede resultar en un primer momento insípido, al final, les acaba gustando. También les encanta la carne de cerdo adobada, el cabrito frito, o el cherne, que aunque confunden con el mero reconocen al probarlo que es muy sabroso.

¿Quién ha sido el alma máter de los fogones?

Las riendas de la cocina las cogieron Rogelio, que trabajó en el Balcón de Zamora, y Juan, mientras que Félix y yo estábamos en la barra y en el comedor. Después, cuando abrimos los salones de enfrente nos hicimos cargo de organizar las jornadas gastronómicas.

¿Es decir, es usted el que ha estado más pendiente del cliente?

Sí. Me gusta hablar con los clientes, y me divierte lo que hago.

¿Cuál ha sido la mejor época que recuerda en este negocio?

Pues, los tiempos en los que la Unión Deportiva estaba en Primera y se llenaba el antiguo Estadio, ,y los carnavales porque el restaurante fue de los años ochenta hasta finales de los noventa el punto de encuentro para comenzar la noche. Pero, esta fiesta ha cambiado mucho debido a las denuncias de los vecinos, y ya no es lo que era hace diez años, cuando todo el mundo se concentraba en el Parque de Santa Catalina. Era otra generación la que disfrutaba del carnaval de una forma más sana.

¿Han pensado en abrir otro restaurante en el Sur ?

No. El Sur nunca ha entrado en nuestro estilo de vida. En La Laguna primero montamos una cooperativa agrícola, y al no cumplirse las expectativas pensamos en abrir un restaurante. Tenemos llevamos el Buen Comer, y la cafetería de la Casa del Marino. Además, llevamos dieciocho años organizando las jornadas gastronómicas como la asturiana, la valenciana y la alicantina. Estos días celebramos las jornadas sobre la caza, el mar y el monte. Las jornadas del arroz las dirigía en los comienzos la familia de Rafael Vidal, impulsor de la denominación de origen de la paella.

¿Le dan prioridad a los productos de la tierra en su carta?

Por supuesto, siempre tenemos queso de las medianías o de Fuerteventura. Lo mismo ocurre con los vinos, tenemos referencias de todas las islas. Y si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer? La materia prima, los productos de la huerta, la carne o el pescado, son de aquí. Nos surtimos en un 70% de lo local. En el caso de la papa, que es lo que más se consume procede de Valleseco, y San Mateo.

¿Ha entrado la segunda generación a formar parte del grupo Hermanos Rogelio?

Sí, el camino lo llevan nuestros hijos. Son cinco los que trabajan ya en el negocio. José Félix lleva las compras, Gualberto se encarga de la seguridad alimentaria y las nuevas tecnologías, Magnolia de la sala y las cajas, Ana de la administración , y Mónica de los eventos. El pilar básico siempre ha sido la familia, y se ha dado cabida a la gente de Valleseco y Teror porque han primado esos lazos porque esa familiaridad permite llevar mejor un negocio. De ahí, que el emblema del grupo sea un árbol, porque entendemos que las raíces dan fortaleza a cualquier proyecto, y las ramas son la muestra más clara del crecimiento.

¿Le viene a la memoria alguna anécdota de un personaje de todos los que han comido en Hermanos Rogelio?

Bueno, han pasado tantos. Por ejemplo me acuerdo de Enrique Iglesias que aún no era famoso como cantante, sino como hijo de Julio Iglesias.

¿Y dentro del mundo gastronómico quién ha saboreado sus platos?

A Arzak le encantó todo lo que comió, y comentó que se notaba que teníamos buenos productos. Es un señor campechano, que hasta comentó al ver una foto de una cogiendo papas, que él también lo hacía de pequeño. Hoy mantiene una buena amistad con Rogelio. También han disfrutado de nuestra comida Tomás Urrialde, ya fallecido, y Pedro Carabia.

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