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Santa Lucía

De Vecindario al equipo de Clinton

Con sólo 16 años, el joven Marcos Cecchini ya colabora con el Partido Demócrata de Estados Unidos

Marcos Cecchini, en la sede del Partido Demócrata en Luisiana. LP/DLP

El pasado jueves por la noche, mientras Hillary Clinton daba su discurso de aceptación de la nominación demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, en la sede de su partido en Luisiana se podía escuchar una voz con acento canario. Era la de Marcos Cecchini, un joven de Vecindario que con sólo 16 años ya trabaja en la campaña para conseguir que Clinton se haga con el Despacho Oval.

Este adolescente que aún no ha terminado sus años de instituto lleva ya dos meses trabajando como becario con los demócratas en la oficina de campaña del Partido Demócrata en Baton Rouge. "Antes de que empezara el verano quería hacer algo relacionado con la política, así que solicité una plaza como asistente en el Partido Demócrata", explica desde su casa en la capital de Luisiana.

Su perfil resultó atractivo para los reclutadores del partido de Obama y Clinton, aunque había una pega que parecía insalvable: "Al principio me dijeron que para ocupar un puesto así debía estar en la universidad". Sin embargo, su personalidad y el potencial que vieron en su persona acabaron convenciendo a los miembros de la organización. "Al final me dejaron incorporarme incluso siendo estudiante de instituto", comenta con humildad.

En el poco tiempo que ha pasado desde que se incorporó a la maquinaria electoral ya ha demostrado tanta capacidad que ha conseguido ascender hasta la posición de director de comunicación en prácticas. "Me encargo de repartir los diferentes proyectos que llegan a mis manos entre los becarios que trabajan para el partido en el estado de Luisiana", detalla.

Ahora mismo, él y su equipo se encuentran desgranando los datos recabados durante la celebración de las elecciones primarias en Luisiana, para analizar las debilidades y las fortalezas de los dos aspirantes que se disputaron la candidatura demócrata para las elecciones del próximo 8 de noviembre. "Aquí ganó Hillary con una abrumadora mayoría del 80% en el caso de la población afroamericana", dato muy relevante en un estado en el que este segmento supone más de un 30% de la población.

No entiende a Trump

Cecchini reconoce que le gustaba mucho el senador Bernie Sanders, que se enfrentó a Clinton en las primarias, "pero Hillary es más realista. Puede que el cambio de Sanders fuera demasiado grande y que el país no estuviera preparado". Aún no ha podido trabajar directamente con ninguno de los dos, aunque sí ha estado en contacto con Elizabeth Warren, la senadora progresista por Massachusetts cuyo nombre sonó con fuerza como candidata a la vicepresidencia con Clinton hasta que la ex secretaria de Estado escogió al senador por Virginia Tim Kaine. Lo que sigue sin entender es el éxito de la candidatura del magnate Donald Trump en el Partido Republicano, que se enfrentará a Clinton en el combate final de noviembre: "A mí, siendo de otro país, Trump meparece que está más loco que a los de aquí, aunque hay gente que apoya su candidatura al 100%", reconoce.

Tras su experiencia con el Partido Demócrata piensa continuar haciendo méritos académicos relacionados con la Administración pública y la comunicación. Es lo que necesita para ser admitido en la prestigiosa Universidad de Georgetown, la misma en la que estudiaron Bill Clinton o el rey Felipe VI y en la que él tiene previsto iniciar su formación en la rama de Ciencias Políticas.

Por mucho que le atraiga la política estadounidense, tiene tantos recuerdos de Canarias que al preguntarle por ellos lanza un inconfundible "¡ños!" y empieza a enumerarlos: "Voy al menos una vez al año y trato de comer todo lo que no hay en Luisiana". Aunque parezca sorprendente, no suele pedir papas arrugadas, "porque me las prepara mi madre aquí siempre que quiero", pero sí bocadillos de todo tipo: "Me hincho, porque ese pan es imposible de encontrar aquí", asegura.

Durante su última visita no sólo se dedicó a recorrer sus rincones costeros favoritos, en Las Canteras y la playa del Inglés, sino que también buscó tiempo para hacer unas prácticas en Casa África, la institución quesirve como puente entre España y el continente vecino. "Me encantó la experiencia y de hecho mis jornadas allí fueron lo que me generó el interés por los asuntos políticos y las relaciones internacionales", destaca.

Tras un rato de conversación con Cecchini se hace patente que a pesar de los años que han pasado desde que él y su familia llegaron a Estados Unidos -entonces, a comienzos de este siglo, él era sólo un bebé- sigue cultivando la vinculación con su tierra natal. Como buen isleño, en su mente no hay lugar para las dudas: "Si pudiese, volvería a Canarias".

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