El Diputado del Común de Canarias, Jerónimo Saavedra, ha archivado la queja por la eliminación de las cabras asilvestradas en Gran Canaria al considerar que la administración pública ya ha dado respuesta a las cuestiones planteadas por el denunciante, el sacerdote Fernando Báez.
En respuesta al religioso, que encabeza uno de los grupos opositores a la desaparición del ganado guanil en la Isla, Saavedra entiende que ese conflicto no precisa de la intervención del Diputado del Común, pues el informe requerido al Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria avala todas las actuaciones realizadas hasta ahora para el control de las cabras salvajes.
Ese informe, solicitado por el Diputado del Común el 28 de junio y remitido por los técnicos del Cabildo el 15 de julio, señala en primer lugar que "la actividad desarrollada por la Consejería de Medio Ambiente se realiza dentro de sus competencias de conservación de los espacios naturales protegidos y de la flora y fauna silvestre y, en concreto, en la eliminación de una especie invasora que está causando un gran daño a las especies de flora y fauna, poniendo en peligro la biodiversidad vegetal y los trabajos de reforestación emprendidos por el Cabildo".
El informe que esgrime Saavedra para archivar la queja del padre Báez sostiene también que las medidas de control del ganado guanil "están avaladas jurídicamente por numerosa normativa al respecto", entre las que cita en primer lugar la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que define como especie exótica invasora "la que se introduce o establece en un ecosistema o ámbito natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica natural, ya sea por su comportamiento invasor o por el riesgo de contaminación genética".
El Real Decreto por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras recoge en su artículo 10 la obligación de establecer "medidas de lucha" contra esas especies, así como a autorizar, "teniendo en cuenta criterios de selectividad y bienestar animal", los métodos y condiciones de captura más adecuados para el control, gestión y posible erradicación" de los animales incluidos en ese catálogo.
En la base de Datos Mundial de Especies Exóticas Invasoras, recuerda el informe, "se incluye la cabra asilvestrada o cimarrona entre las 100 peores especies invasoras del planeta, siendo erradicadas de aproximadamente 120 islas". El Grupo de Especialistas en Especies Invasoras "señala que la cabra o capra hircus fue introducida en muchas islas por la capacidad de los rebaños de sobrevivir en ambientes hostiles".
Otra de las normativas que ampara la erradicación de las cabras es el Plan Director de la Reserva natural de GuiGui, que establece que "la principal amenaza sobre la vegetación es la existencia de un número importante de cabezas de caprino que pastan por la Reserva sin control alguno, en estado de asilvestramiento". También el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Tamadaba recoge la eliminación del ganado guanil de la zona de los Andenes.
El punto tercero del informe, referido al sistema empleado para la eliminación de las cabras, resalta que "después de haberse estudiado y puesto en práctica diversos métodos para acometer la reducción de las poblaciones hasta su posible erradicación, ha quedado acreditado que la acción más eficaz ha sido a abatida con arma de fuego, mientras que las capturas en vivo o apañadas y los ataques con dardos anestésicos se han mostrado ineficaces".
"La captura en vivo -concluye el informe- supone un grave riesgo para las personas por el terreno en acantilados, siendo una obligación evitar la puesta en riesgo de la vida de las personas por encima de la de los animales que, en última instancia, van a ser sacrificados y una manera o de otra".
