El Recinto Ferial de Canarias invita este fin de semana a sumergirse en un viaje por los sabores y aromas más exquisitos de Gran Canaria. Bodegas como Hinojo, del municipio de Telde, o La Vica del Monte Lentiscal abrieron boca ayer a los visitantes de la muestra Gran Canaria Me Gusta, que promueve el gobierno insular de Antonio Morales. El tomate canario, aliñado con unas gotitas de aceite de Temisas y unas escamas de sal de Pozo Izquierdo, se presenta como el compañero ideal de los quesos artesanales de Pepa Domínguez para el aperitivo del domingo. El plato fuerte llega fresquito de las cofradías de Mogán, pero rebañado de un mojo de aguacate que ayer duró un abrir y cerrar de ojos en las manos de la cocinera Fabiola Cabrera. El café de Agaete, los suspiros de Moya y el nuevo licor de berros que el municipio de Firgas ha inventado son los protagonistas de la sobremesa insular. La cita incluye hasta mañana catas, talleres y cocina en vivo con productos que al estallar en boca recuerdan la esencia de la tierra.
Las familias y grupos de amigos que quieran dejarse llevar por las bondades gastronómicas de la Isla, sin necesidad de desplazarse por carreteras de curvas infinitas, pueden visitar este fin de semana en la capital una feria que incita al placer sensorial solo por su nombre. Bajo el paraguas de Gran Canaria Me Gusta, el Cabildo propone un encuentro de empresas e instituciones locales ligadas no solo a la promoción de los productos de la tierra, sino también de los valores etnográficos del territorio.
Cada manjar de Gran Canaria esconde una historia de esfuerzo y superación de sus productores. En el caso de los viticultores, este año el sacrificio ha tenido que combinarse casi con el propio ingenio. La cosecha de las bodegas han caído en la Isla casi un 60% debido principalmente a las inclemencias meteorológicas. "En invierno no hubo suficientes horas de frío y el calor comenzó tarde", explicó Luis Delfín, gerente de los viñedos La Vica, junto a su botella de tintilla barrica que le ha dado premios regionales e internacionales.
En ocasiones las viñas dan "más trabajo que beneficios. Así que se trata de un sector que te tiene que gustar", agregó Isaac Florido, de Montaña Las Palmas, en un día en el que cumplía 61 otoños. El plan de vida para este teldense pasa por dedicarse a la producción de tinto y blanco semiseco cuando alcance la jubilación. Mientras tanto, habrá que continuar con la "mecánica de coches entre semana" y el rastrillo de la tierra los sábados y los domingos. "Lo que me hace feliz en estos momentos es que la gente pruebe mi vino, lo saboree y lo disfrute. Por eso creo que ferias como éstas son oportunidades únicas tanto para nosotros como para los consumidores", explicó el propietario de bodegas Hinojo con entusiasmo al inicio de la muestra.
"El cambio climático" también ha hecho estragos en el cultivo del tomate canario esta última campaña. Además de la competencia "feroz" que han de soportar los exportadores locales, con respecto a los tomates de Marruecos y Almería, el cambio brusco de temperaturas les ha robado tres meses de ventas en el mercado. "Algunos agricultores continentales de Europa gozan de temperaturas más suaves y, por lo tanto, de períodos de producción más largos que nosotros. Si a este inconveniente le añadimos los costes a la baja de mano de obra que tiene otros países africanos, la situación aún se complica más", relató Gustavo Rodríguez, portavoz de la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex).
La exportación del tomate canario a Europa, principalmente a Reino Unido, acaba de cumplir 130 años de historia. Por lo que con sus luces y sombras el sector ha sobrevivido a las vicisitudes del tiempo y continuará formando parte de la economía insular si se "apela al sentimiento nostálgico" del cultivo entre los consumidores británicos. "Nuestro tomate madura al sol de las Islas y es el alisio del océano el que le aporta una organolepsia particular", adelantó Rodríguez, antes de impartir una cata en las instalaciones de Infecar. Solo algunos afortunados pudieron disfrutar de una clase magistral que comenzó con algunas pinceladas históricas y terminó con la explosión en boca de muestras de tomate en rama, cherry y el tradicional "redondo liso". La actividad permitió a los comensales experimentar la paleta de sabores dulces y ácidos, en diferentes grados de intensidad, que ofrece la fruta de la Isla.
Mientras el resto de Gran Canaria aún dormía ayer, los pescadores de Mogán se adentraron a la mar para traer a la mesa de la capital atún fresco y del rico. La comitiva moganera repartió cerca de 40 kilos de pescado asado entre los visitantes. El maridaje de este regalo del mar aún mejoraba con el mojo de aguacate que había preparado Fabiola Cabrera antes de salir de Playa de Mogán. Tras las romerías de Teror, San Antonio y El Carmen, épocas donde el aguacate ya "está en su punto", esta aficionada a la cocina ha adquirido la suficiente destreza para elaborar una salsa que conquistó ayer el paladar de más de uno. Su vecino de Veneguera, Dalmai Hernández, no fue menos y tras agitar con garbo su coctelera creó dos chupitos de mango y aguacate pocos vistos en la capital. Este joven, campeón insular de coctelería y nacional en concepto de destreza, hizo de la fruta de su municipio una fiesta del sabor a base de elaborar texturas con "sirope de almendras, pimentón picante, albahaca e infusión de mano de buda". "Aunque el secreto de su receta reside en la calidad de la fruta del valle de Mogán", aclaró el barman, por si quedaba duda alguna.
Una de las personas que también se ha dedicado a promocionar los productos de Gran Canaria en los últimos ocho años a lo largo y ancho de la red digital es la bloguera Laura León. Esta vecina del municipio de Arucas se confiesa una "soñadora pero con los pies en la tierra". Desde chiquitita se encargó de congelar con su cámara los momentos más anecdóticos de su familia. Será porque siempre le ha gustado "estar más detrás del objetivo que delante", comentó ayer tras participar en un taller de cocina en directo, en el que preparó ante la atenta mirada de los visitantes un pulpo con naranja y mojo de aguacate.
La escritura y sus bondades creativas se encontraron un día en la cocina de su casa. Había dedicado años de su vida a ejercer de abogada, pero el Derecho no era precisamente lo que más le apasionaba en la vida. Una tarde, junto a su marido, decidió comenzar a escribir algunas recetas de cocina y a fotografiar los platos que elaboraba en casa. Aquella tarea no solo le gustó, le cautivó. Luego decidió compartir en su blog los secretos de sus creaciones e ilustrarlos con sus propias imágenes. El resultado es un espacio donde las palabras evocan historias, ya sean reales o ficticias, y las fotos seducen las miradas. "Trato de contar una historia, casi siempre relacionada con la procedencia de los ingredientes de la receta, y explicar a los demás que en Gran Canaria hay productos de calidad para hacer fusiones de diferentes tipos de cocina", señaló la bloguera culinaria.
Laura intenta colocar a Gran Canaria en el mapa de las delicias del mundo. En este tiempo ha cosechado seguidoras sobre todo en la península, aunque hace poco se enteró que un grupo de jubiladas estadounidenses que están aprendiendo español han utilizado su cuaderno de bitácora para aprender el idioma también entre fogones. "Es un halago que gente que viva tan lejos aprecie tu trabajo y, sobre todo, que conozca la rica gastronomía que tenemos en la Isla, que va mucho más allá que un plato de papas arrugadas con mojo", señaló León al abandonar Infecar.
Otras blogueras como Irmina Díaz, especializada en postres, o el sirio Imad Atli demostraron también ayer sus habilidades en los fogones a tiempo real.
