Francisco González, exalcalde y presidente del PP de Mogán, y Juan Manuel Gabella, director general de Industria y Comercio del Cabildo de Gran Canaria, negaron ayer que exista una manipulación política en las denuncias por la compra de votos en ese municipio. Sin embargo, eludieron responder a las acusaciones del presidente de la Asociación Regeneración Democrática de Mogán, José Luis Curros, quien sostiene ahora que las acciones judiciales que emprendió ese colectivo ciudadano en el mes de abril fueron "un montaje" orquestado por ambos políticos desde un despacho del Cabildo.

González y Gabella manifestaron a este periódico que no van a entrar en "dimes y diretes" con el presidente de esa asociación porque, a su juicio, solo pretenden complicar una investigación en curso e influir en las decisiones de los órganos judiciales. Ambos anunciaron que han puesto las acusaciones de José Luis Curros en manos de sus abogados, sin descartar una posible demanda, y se limitaron a señalar que confían en que los tribunales aclaren si hubo o no un fraude electoral en los comicios municipales de 2015.

Solo González fue algo más allá en sus declaraciones y lanzó una recomendación a la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno: "Si quiere salir del hoyo en el que se ha metido, le aconsejo que deje ya de cavar hacia abajo".

El exalcalde del PP y el dirigente de NC no escondieron su "sorpresa" e "incredulidad" por las declaraciones de José Luis Curros a este periódico, pero se negaron a responderle. "No voy a entrar en ese juego porque ese asunto está judicializado y tienen que decidir los tribunales", argumentó Gabella.

El presidente de Regeneración Democrática dio un nuevo giro al escándalo del presunto fraude electoral en Mogán al asegurar que las denuncias de varias personas y las pruebas presentadas por esa organización cívica en los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana fueron "preparados con fines políticos" por ambos dirigentes, en concreto para desestabilizar el pacto de gobierno del Ayuntamiento de Mogán y presentar una moción de censura contra la alcaldesa Onalia Bueno.

Curros desveló que las acciones judiciales y las declaraciones de los denunciantes a una cadena de televisión nacional se fraguaron en el despacho de Gabella, situado en el Edificio Insular I de Cabildo. Al respecto, aseguró que se celebraron cinco reuniones en esa oficina publica. En las tres primeras citas, siempre según esta versión, participó González, que luego se desmarcó de la causa al comprobar que las denuncias por la compra de votos reactivaron el caso Góndola, en el que está involucrado.

En el mes de junio, cuando la primera reunión en el despacho de Gabella fue denunciada por el exsecretario de Regeneracion Democrática, Antonio Muñoz, ambos políticos admitieron la celebración de ese encuentro, pero aseguraron que fue a propuesta de ese colectivo ciudadano de Mogán y sin conocer a priori que querían hablar sobre la compra de votos.

En aquellas fechas, Curros emitió un comunicado de la asociación para asegurar que fue él quien pidió esa cita con González y Gabella porque ambos se habían significado en las denuncias de fraude electoral. E incluso acusaba a Muñoz, primo suyo, de haberse "vendido" a Ciuca, el partido de Onalia Bueno. Ahora afirma que aquel comunicado también fue redactado por Gabella y enviado a los medios de comunicación.

En el Juzgado de Instrucción Número 2 de San Bartolomé existen al menos tres denuncias. Dos de ciudadanos que dicen que cobraron 40 y 150 euros por su voto, y otra de Ramón Trujillo, que confesó ser uno de los compradores de Ciuca.