El temporal de lluvia que ayer visitó el Archipiélago dejó estampas habituales, como la nieve en el Teide, y otras infrecuentes, como el granizo en Lanzarote. Aunque la lluvia se dejó sentir, en general, en todo el Archipiélago, fue precisamente en la isla conejera -también en La Gomera- donde descargó con más fuerza. En La Palma se aconseja circular por la carretera que llega al Roque de los Muchachos con el uso de cadenas, dadas las placas de hielo existentes en esta importante vía palmera.

En Tenerife, la lluvia se hizo notar en la capital entre las diez y las once y media de la mañana, con truenos, rayos, relámpagos y algún granizo que, sin embargo, no tuvieron mayores consecuencias. Menos habitual fue ver caer el granizo en zonas del sur de la Isla, en concreto en puntos del municipio de Granadilla de Abona, algo nada frecuente. En el Teide, además, nevó con cierta fuerza por segundo día consecutivo, y con más intensidad que en la jornada del viernes. No obstante, las nubes no permitieron ayer ver la magnitud de la nevada, aunque las imágenes de quienes se acercaron al Parque Nacional a lo largo de la jornada mostraban un lecho de nieve considerable. Al cierre de esta edición, las lluvias no se habían vuelto a sentir con intensidad en Santa Cruz de Tenerife.

En La Gomera, el consejero de Carreteras, Aníbal González, pidió extremar la precaución al circular por pistas no pavimentadas, donde las precipitaciones previstas complicaron sobremanera la circulación, y por aquellas zonas donde la presencia de granizo hizo más dificultoso el tránsito de vehículos. La cantidad de granizo caída hacía muy peligroso la circulación por las vías públicas.

De hecho, varias cuadrillas de carreteras del Cabildo gomero trabajaron a lo largo de la jornada para retirar pequeños desprendimientos que se produjeron en puntos de las vías principales y secundarias de La Gomera. En el área de Carreteras están operativos todos los efectivos de seguridad y limpieza viaria para actuar en caso de cualquier incidente que pueda darse en estos días. Así mismo, desde la Institución insular insisten en circular con precaución por la red viaria debido al riesgo que suponen lluvias en el pavimento y la posible presencia de desprendimientos puntuales y granizo. Aunque la Aemet ha desactivado el aviso amarillo, los restos de granizo y placas de hielo deben seguir siendo una preocupación para los conductores.

La Palma tampoco se libró de las lluvias, que tal como había advertido la Aemet se extendieron a toda la región. En la Isla Bonita, la estampa en zonas de la cumbre era más propia del período navideño que del mes de marzo. El hielo y la nieve se agolparon en los márgenes de las carreteras a partir de los 1.800-2.000 metros de altitud, donde las temperaturas llegaron a situarse por debajo de los cero grados centígrados. Tan es así, que poco antes de las diez de la mañana, y en las zonas más altas de La Palma, el termómetro llegó a marcar menos tres grados.

La capa de nieve alcanzaba ayer al cierre de esta edición, y en concreto en el área de la residencia del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), entre 2,5 y tres centímetros de espesor. Así pues, desde la corporación insular se pidió a los conductores que extremaran la precaución al circular por la carretera LP-4, la que da acceso al Roque de los Muchachos y en la que resultaba obligado el uso de cadenas.

El temporal, que remite hoy, ha dejado una serie de imágenes nada habituales en algunas islas o ha vuelto a vestir de blanco a otras zonas más acostumbradas a la caída de granizo o de nieve. El fenómeno meteorológico no deja destrozos esta vez, como ha ocurrido en otras ocasiones, pero sí un final de invierno que casi no se esperaba, sobre todo cuando se está a pocos días del cambio de estación.

La primavera recibirá todavía algo del efecto que ha producido el temporal de agua y granizo en las islas de mayor relieve, a la espera de ver cómo evoluciona la meteorología en los próximos días y en qué cambiará el panorama.