El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, reclamó ayer la necesidad de que el primer municipio turístico de Canarias vuelva a contar con la figura del Plan de Modernización Turística para que los inversores puedan seguir invirtiendo y continué mejorando la posición del destino Maspalomas Costa Canaria. "En estos momentos las empresas pueden disponer de financiación, y deberíamos ver la capacidad de motor de arrastre que significa un Plan de Modernización para catalogar como industria moderna el sector turístico del Sur de Gran Canaria" destacó ayer Marco Aurelio Pérez durante su intervención en el Foro Editorial Prensa Canaria.

Tras detallar con datos el peso que tiene el sector alojativo de San Bartolomé de Tirajana no sólo para la economía insular, regional sino para la de toda España, dejó claro, que mientras se espera, y ya adelantó que pueden llegar a ser unos años, a que entre en vigor la Ley de Suelo, que tramita el Parlamento canario, y así como el Plan General de Ordenación Urbana de este municipio, que también está en manos del Gobierno canario, es primordial contar con un nuevo plan de modernización que sirva como instrumento para dar salida a los proyectos de renovación y de mejora de la calidad del sector turístico ya que el que estaba en marcha fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Con la ayuda de unos esquemas, para mantener la atención de los asistentes entre los que destacaban empresarios de la Isla, consejeros del Cabildo, del Gobierno canario, y algunos alcaldes, Marco Aurelio Pérez, del que dijo el director de LA PROVINCIA / DLP, Antonio Cacereño, en la presentación, que es un "hombre comprometido con su pueblo que llega al primero al ayuntamiento y se va el último", demostró, entre otras cosas, que además, de tiene dotes para la enseñanza. Así, este profesor en excedencia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, licenciado en Económicas y Empresariales, cuando explicó como este municipio turístico, "conocido como tal pero al que no se le reconocen sus derechos " pese a que cumple con las condiciones, dio datos: el municipio tiene más de 20.000 habitantes, las viviendas de segunda residencia superan las habituales, y además supera el mínimo de 4.000 pernoctaciones.

Ante esto, y después de recordar que la Ley del Turismo contempla la creación del Estatuto de Municipio Turístico, preguntó que cuándo se "va a abordar una normativa que les permita tener capacidad de financiación para atender a los visitantes como se merecen a nivel de calidad de infraestructuras y servicios".

También para posicionar a San Bartolomé como destino comparó que tiene la misma superficie que El Hierro y La Gomera, y que tiene un presupuesto de 82 millones, lo que supera el de los cabildos de las dos islas, y la población de derecho también multiplica el número de habitantes, a lo que, agregó, hay que sumar la población de hecho que "es la gran reivindicación de este municipio".

Pero, fue la renovación y la inversión en la mejora de la calidad la que centró la exposición de Marco Aurelio Pérez. Defendió que el plan de renovación deber ser un instrumento "ágil" del planeamiento en manos de Política Territorial y no de Turismo. Recordó como en los tres años en los que estuvo en vigor - nace el 5 de enero de 2013 y queda "moribundo el 25 de julio de 2016-, permitió que se presentasen sesenta actuaciones de obras que perseguían modernizar los establecimientos, y sirvió para que se dieran licencias a treinta y tres proyectos, lo que supone más de las que se han otorgado a lo largo de la vida del Plan General, y del desarrollo turístico del municipio.

Subrayó Pérez, de Agrupación de Vecinos (AV), y del fin de Araña del Toro, como en los estudios previos a que arrancara toda la renovación se observa que el 36% de los establecimientos hoteleros necesitaban obras de mejora y que con el documento se podía actuar en 65 hoteles, y en casi 330 extrahoteleros, lo que iba a permitir generar una inversión de 275 millones de euros. "Era la época más dura de la crisis y sin financiación se pudo invertir en la mejora de la oferta " recalcó el alcalde de San Bartolomé de Tirajana.

Además, confesó que "se sintió solo como alcalde" durante el verano de 2015 cuando tras la aprobación inicial del Plan General cundió el pánico entre determinada parte de la población por la prohibición a la residencialización de los complejos de apartamentos, y como se quejó, ninguna administración salió a dar una explicación, mientras que otros "ponían mucha leña y algo de gasolina".

Sobre este debate público manifestó que "el turismo es la industria que nos da de comer, y tenemos que defender la renovación y no se puede permitir que Maspalomas se residencialice".

Recordó que precisamente la diferenciación entre oferta turística y residencial dio pie a que se presentaran unas 7.000 alegaciones al Plan General, que debe resolver todavía el Ejecutivo autónomo. "Estamos en manos del Gobierno canario al que pagamos unos 400.000 euros para que redactara todo el planeamiento" apuntó Marco Aurelio Pérez.