El pueblo troglodita de Acusa Seca, 'capital' del interior grancanario antes de la conquista, recibirá una peculiar red de saneamiento diseñada por el ingeniero en biodepuración José Luis Peraza, gracias a un entramado que recorre el cantil natural de roca basáltica y que muere en un depósito que transformará los caudales en agua de riego.

Estas aguas, a su vez, serán utilizadas en la repoblación forestal que se lleva a cabo en las fincas del Cabildo situadas en el Barranco Grande de la Cuenca de Tejeda. Acusa Seca, que en su momento tuvo más población que en la propia Artenara, pueblo al que pertenece, es uno de los mejores ejemplos de la ocupación indígena, con casas-cuevas, silos y andenes declarados Bien de Interés Cultural y que tras la Conquista continuó su ocupación con la ada​ptación de los mismos espacios prehispánicos por parte de los nuevos colonos.

La Corporación insular, a través de la consejería de Cultura, que gestiona Carlos Ruíz, dedicará 100.000 euros a la nueva infraestructura, que coincide con un renovado interés por el pago tras su despoblamiento masivo a partir de finales de los años 60 del siglo pasado al calor del boom turístico.

Un total de 18 viviendas han sido adquiridas por el Cabildo para preservar este acervo cultural que, además, forma parte de los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria, susceptible de entrar en el catálogo de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. El pago disfruta los fines de semana de un mayor trasiego, con la ocupación de una quincena de casas del medio centenar existente, con varias unidades dedicadas al turismo vacacional. Se espera que las obras comiencen antes del verano, tras una reunión informativa con los propietarios del caserío.