El Cabildo de Gran Canaria tratará de iniciar cuanto antes las obras de mejora de la carretera que une el barrio capitalino de Tamaraceite y con Teror, una vía que reivindica el Ayuntamiento así como la Mancomunidad del Norte desde al menos 2005.

El consejero de Obras Públicas e Infraestructuras, Ángel Víctor Torres, en una visita a la villa acompañado del alcalde Gonzalo Rosario, se comprometía a intentar que esta actuación, para la que existe un presupuesto de 7 millones de euros, comenzara antes de fin de año, "después de décadas de espera tanto del municipio de Teror como de las medianías de Gran Canaria", según recordó.

Se trata de remozar la actual carretera para ensancharle la calzada, eliminar los puntos más peligrosos y ampliar el radio de algunas curvas, así como talar más de un centenar de eucaliptos que serán sustituidos por otras especies.

En este aspecto remarcó que se acometerá una "reforestación con casi 300.000 euros que se van a destinar a este fin, en consenso con las entidades y colectivos medioambientales y el Ayuntamiento" para así conseguir, "el menor impacto posible".

Gonzalo Rosario planteó que una vez se finalice la mejora del vial, se dote de un nuevo enlace para la conexión del tráfico procedente de la villa con la circunvalación capitalina en Ciudad del Campo y Piletas, un entorno que debido a las nuevas dotaciones comerciales está experimentando "importantes retenciones".

Hay que subrayar que la mejora o sustitución de la vía GC-21 ya fue declarada de urgencia en abril de 2005, año en el que se anunció que la el Cabildo de Gran Canaria que presidía José Manuel Soria iba a sacar a concurso la obra en pocos meses, sin que hasta la fecha se haya movido una piedra.

Lo que sí se logró en 2010 fue terminar el viaducto de Teror, con un coste de más de ocho millones de euros y considerado como una primera fase. Este primer puente también se constituyó en una reivindicación persistente en la villa ya que desde el año 1992 se formó una plataforma ciudadana para demandar estas mejoras.

Sin embargo en aquél 2010 aún no existían ni proyecto ni presupuesto para las dos siguientes fases hasta la capital, que luego se convirtieron en esta actuación más blanda que consiste en mejorar la vía existente, y no en nuevos puentes y trazados para sustituir al actual, como en un principio proponía el Ayuntamiento.

Por último, Torres recibió la petición municipal de mejoras en varias rotondas de entrada a la villa desde San Mateo y Valleseco.