Las obras de mejora que el Cabildo ejecuta desde hace cerca de un mes en la GC-650, que une Mogán con Ayacata, han provocado un considerable descenso en la llegada de turistas al pueblo de Tejeda. El cierre de la vía ha ocasionado una caída cercana al 40% de la facturación de bares y restaurantes. El alcalde del municipio de cumbres, Francisco Perera, pide a la consejería insular de Obras Públicas que agilice los trabajos "con mayor personal" para que los efectos del proyecto no continúe erosionando la economía local.

La carretera de las presas, que discurre entre El Mulato (Mogán), Las Niñas (Tejeda) y el pago de Ayacata, constituye una de las principales vías que conecta la costa con el interior de la Isla. Por sus curvas circulan ciclistas, moteros y turistas que además de sol y playa quieren disfrutar de los paisajes verdes y rocosos de Gran Canaria.

Desde el pasado 21 de marzo la vía permanece cerrada por obras a la circulación de vehículos a su paso por la presa de Las Niñas y Ayacata. Para sorpresa de muchos visitantes, que se han aventurado carretera arriba desde Mogán, la presa de Las Niñas representa la última parada de su expedición hacia la montaña. Los que quieran alcanzar Tejeda, denominado uno de los pueblos más bonitos de España desde 2015, deben dar marcha atrás e intentar llegar al Nublo desde La Aldea -a través de la GC-210 que va hasta Artenara- o recorrer la costa hasta Maspalomas y subir por Tunte hasta Ayacata.

La interrupción de la vía por obras, que a priori se prolongará hasta el próximo mes de julio, ha provocado la merma de visitantes al casco histórico de Tejeda.

Los empresarios del sector de la restauración, que viven en un 80% de los turistas, son los principales perjudicados por el cierre de la vía. Sus terrazas lucen una estampa desangelada, más propia de un pueblo fantasma que de un municipio donde descansan los monumentos naturales más emblemáticos de Gran Canaria.

Los restaurantes Hemingway, El Labrador y La Tienda Gourmet de Paco hacen encajes de bolillos para superar los efectos de las obras. La facturación en estos establecimientos se ha reducido casi a la mitad y en algunas noches, ante la espera sin éxito de clientes, han tenido que cerrar sus puertas al público para evitar gastos en vano.

En el año y medio que lleva abierto el Hemingway, según cuenta la empleada Mayte Sigmarnga, el local nunca había experimentado una bajada tan "drástica" de ingresos. Este último mes, que además coincide con el inicio de la temporada baja del turismo en la Isla, ha sido un "mazazo" para muchos de los establecimientos de la zona. "Es normal que muchos turistas desistan de subir a Tejeda si al llegar a Las Niñas se encuentran con la carretera cerrada sin previo aviso en el hotel donde se hospedan. Si ya de por sí el ascenso de la playa a la cumbre es un viaje largo y desconocido para los visitantes, se vuelve más complicado con las obras", explica la camarera mientras espera que algún alma entre al local en hora punta del almuerzo y salve la jornada.

Su compañera de oficio, Pino García, espera remontar las ventas en la Tienda de Paco en las próximas semanas pues "entre el rally y las obras" la cuesta del mes de mayo está dejando sin aire al sector.

El presidente de la asociación de empresarios de Tejeda, Ezequiel Cárdenes, entiende que las obras son "ineludibles" pero considera que si se lograra reducir los plazos "en tiempo y forma" se podría evitar perjuicios a los afectados. "Lo que no queremos es que llegue julio, mes de turismo peninsular, y la carretera siga cerrada. Creemos que el Cabildo puede hacer un esfuerzo por evitar que esto ocurra con medidas, como la apertura de un carril en la vía mientras se culmina el proyecto", explicó Cárdenes bajo la atenta mirada del alcalde de Tejeda.

Francisco Perera, regidor del municipio, no duda en que se trata de una obra de gran "envergadura" y necesaria para la "seguridad" de los visitantes y residentes en la zona. Es un proyecto que Obras Públicas tenía pendiente de ejecutar hace tiempo. No hemos tenido una desgracia en esa carretera de puro milagro. Pero ahora, que por fin se están realizando las obras, lo que nos preocupa es que se dilaten indefinidamente en el tiempo y perjudique a nuestra principal fuente de ingresos", agregó el alcalde, tras recordar que con la adhesión de Tejeda a la asociación de Pueblos Más Bonitos de España la llegada de visitantes se había triplicado en el pago en los últimos dos años.

Ante el futuro incierto que atraviesa el sector turístico en Tejeda, el alcalde pide al Cabildo que tome algunas medidas preventivas. "Se pueden agilizar los plazos de las obras, si se dota de mayor personal al proyecto. Hay que tener en cuenta que durante las obras pueden aparecer problemas técnicos o incluso la lluvia", que visitó Ayacata hace apenas dos semanas, puede retrasar los trabajos y, por consiguiente, "demorar la llegada de turistas al pueblo", señaló Perera.

El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 397.873 euros, se presenta cuando menos "complicado". El muro que sostiene el tramo de carretera que pasa cerca del tomadero de la presa se encontraba en un avanzado estado de deterioro. La decena de operarios que trabaja a destajo en la vía ha tenido que demoler parte de la infraestructura y reconstruirla piedra a piedra. "Si no hay contratiempos" la constructora Matías García García culminará el trabajo en tres meses. Para entonces el muro habrá ganado cerca de cuatro metros de ancho y mayores garantías de seguridad para los conductores.

El consejero de Obras Públicas, Ángel Víctor, aseguró tras conocer las demandas del municipio de Tejeda que el Cabildo se compromete a abrir la vía "tan pronto como sea posible". Pero recordó que mientras en otras obras de carretera, como en La Aldea, los trabajos se culminaron a tiempo; puede que en otros enclaves el diagnóstico inicial sea más "complejo".

"Las obras siempre producen algún perjuicio de forma temporal. Ha pasado en otros municipios de la Isla, como San Mateo o Santa Brígida, y seguirá ocurriendo en futuros proyectos. Pero no queda otra opción. Hay que garantizar la seguridad de los usuarios de la vía", explicó el consejero.

Mientras el Cabildo impulsa la culminación de las obras, los afectados proponen que se difunda una campaña informativa en hoteles y empresas de alquiler de coches en el Sur con el fin de alertar del cierre de la carretera a los visitantes. "Al menos", matizan los restauradores, que sepan de ante mano que a Tejeda en estos momentos se llega solo por Fataga y no por Mogán.

Las redes sociales, con alertas en diferentes idiomas, juegan un papel crucial para promocionar este tipo de iniciativas.