¿Cuál es la situación actual de los vertidos en Canarias?
Canarias tiene un problema principal porque en los últimos 30 años se ha duplicado la población y se ha multiplicado por cinco la carga de turistas, con más de 10 millones cada año, mientras que la gestión de los residuos no ha avanzado al mismo nivel para dar respuesta a esa presión. Tenemos un grave problema con los vertidos, pero eso no quiere decir que el tratamiento de las aguas residuales esté funcionando mal, porque los técnicos hacen bien su trabajo. Las depuradoras funcionan bien la mayor parte del tiempo, y eso se puede corroborar con los técnicos y expertos en contaminación de vertidos. Lo que hay que preguntarse es si son suficientes y cuanta cantidad de vertido se está lanzando al mar sin pasar por la depuradora.
¿Hay estimaciones sobre lo que se está vertiendo?
Ahora mismo no se pueden hacer cálculos porque el censo de los vertidos es de 2008. El Gobierno canario se ha comprometido a actualizarlo antes de que termine el año. El problema no debe ser quien vierte más. No se debe verter nada. Si Gran Canaria tiene dos vertidos y Tenerife tiene 20, o al revés, ese no debe ser el debate, que debería centrarse en cuántos metros cúbicos estamos tirando al mar y cómo solucionamos ese problema. Y ahí deben jugar un papel importante los técnicos, los investigadores, las universidades y las empresas.
¿Las depuradoras que hay son suficientes?
Ahora mismo no son suficientes porque hay aguas que no pasan por las depuradoras. Hay que instar a las instituciones a que busquen los vertidos que no están conectados a la red de alcantarillado y facilitar esa conexión, hacer un estudio individual porque, dependiendo de la población y la actividad, el vertido no es igual en un lugar que en otro; y luego canalizarlos para poderlos tratar. En el caso de poblaciones alejadas, a lo mejor la solución es montar una pequeña depuradora natural, que además no ocupa tanto espacio como una tradicional. El problema radica en ese agua que no se depura y hay que hacer un estudio detallado.
¿En qué se basa el Cabildo de Gran Canaria entonces para decir que el 99% de las aguas de la isla se depuran?
En Gran Canaria se puede saber cuanta agua se depura porque todas las depuradoras que hay en Gran Canaria pueden darnos las cifras exactas de la cantidad de agua que pasa por las centrales. Según la información que tengo yo, las plantas de Gran Canaria funcionan bien, salvo en ciertas ocasiones, porque cuando llega de golpe una cantidad masiva de agua o con algo que es peligroso para la planta, obviamente no puede funcionar, porque puede romperla. Pero eso son momentos puntuales. Hay una normativa y una ley que exige al que va a emitir el residuo que lo comunique y que además se tomen las medidas medioambientales. La cuestión es que cada parte de la normativa se aplique correctamente; que los ayuntamientos cumplan su papel, los cabildos también y que el Gobierno de Canarias cumpla el suyo.
Los últimos datos que maneja el Gobierno canario señalan que en Gran Canaria hay 111 puntos de vertido, de los cuales 79 son no autorizados, muchos de ellos en las ciudades más pobladas. ¿Qué opina de esos datos que reflejan que apenas se ha avanzado con respecto a 2008?
Ese mapa todavía no lo he visto. El que yo conozco es el de 2008. Un vertido autorizado significa que el Ayuntamiento y el Gobierno saben que hay un vertido y que deben comenzar los trámites para que ese núcleo de viviendas lo canalice hacia la red de saneamiento. Son las autoridades las que deben gestionar el procedimiento para acabar con esos vertidos. Tenemos además que facilitar al vecino que haga la conexión a la red de saneamiento, porque a lo mejor la canalización tiene que cruzar todo un barranco. En esos casos deberíamos plantearnos si es más rentable hacer la canalización o poner una depuradora natural. Eso es lo hay que corregir ahora. Se sabe que hay un vertido pero no se ha acabado con él.
¿En qué se diferencia un vertido autorizado de otro no autorizado?
En teoría, el vertido autorizado se sabe que está, se sabe cual es su composición, todas sus propiedades y el impacto que puede crear. Generalmente, los vertidos que son autorizados, todos pasan por una planta de saneamiento, en teoría.
Pero aunque pasen por una depuradora, no en todos los casos el tratamiento es completo.
Claro, pero sí es verdad que una vez sale de la depuradora ya cumple la normativa que hay. Y eso traería consigo otro planteamiento sobre si la normativa debería ser más estricta o no. Desde el Foro Océanos se va a instar a las instituciones a evaluar todo esto.
Para que un vertido esté autorizado, ¿qué tratamiento de depuración deber tener?
Lo ideal es que las aguas tengan un tratamiento primario y secundario. De hecho, casi todas las plantas tienen esos tratamientos. El tratamiento más costoso es el terciario, que es el que se exige para poder reutilizar el agua. Ese es el otro gran problema que hay en Canarias. Gastamos un montón de dinero depurando agua, pero luego no rentabilizamos ese gasto con la reutilización, que además requiere informar a los ciudadanos para que sepan que el agua depurada, una vez pasa el tratamiento terciario, se puede usar para un montón de cosas. Hay ejemplos a seguir, como el de la Mancomunidad del Sureste, que reutiliza bastante agua, pero tenemos que extender esto a toda Canarias, porque no tenemos agua y además hay que producirla, cuando podríamos obtener un montón a través de la depuración.
Los episodios de vertido que se han sucedido en los últimos meses en El Confital y Las Alcaravaneras, ¿no están indicando que algo falla en el saneamiento?
Cada vertido debe ser analizado individualmente, porque en el caso de El Confital, por ejemplo, se estuvo hablando de un montón de hipótesis. El vertido se produce a veces porque la red de saneamiento tiene una fuga; a veces viene de emisiones antiguas que quedaron embolsadas y luego se filtran a través de la tierra y salen después de muchos años y te encuentras con una cantidad inmensa de bacterias. Pero cada caso es distinto, porque no se puede generalizar y parece que este verano la tendencia ha sido generalizar y meter todos los casos en el mismo saco y hablar de cantidades, que si Gran Canaria emite más que Tenerife.... No se emite lo mismo en La Gomera que en Tenerife o Gran Canaria, es obvio, por población y por generación de residuos.
Y como valora esos enfrentamientos entre responsables del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno canario, ¿No dan la impresión de que el principal objetivo es echar una cortina de humo para tapar el problema?
Yo hago un llamamiento al rigor y a buscar soluciones. Como canario, me preocupa que hayan vertidos en Gran Canaria, en Tenerife y en cualquier otra isla, pero además como ciudadano llamo a que haya seriedad. Que no sea un debate de quien tiene más o quien tiene menos vertidos, que nos sentemos y miremos caso por caso. Por un lado, que ayudemos al vecino de a pie a que canalice sus residuos. Y a los políticos, que dejen a un lado las siglas, y que dejen a los técnicos hacer su trabajo. Si les dejamos trabajar, seguro que encontramos soluciones a todos esos problemas.
Los vertidos ilegales son responsabilidad de los ayuntamientos y cabildos, pero en gran medida también del Gobierno canario, que tiene que hacer cumplir la normativa, ¿no?
Es responsabilidad de todos. El primer responsable es el Ayuntamiento, pero también del Cabildo, que debe ayudar a gestionar o sufragar y también el Gobierno de Canarias. Tenemos que ser honestos. La gestión de los vertidos es de todos los canarios. Y los políticos deberían, por un lado, actuar con rigor y, por otro, dejar trabajar a los expertos en la materia, porque la meta tiene que ser el vertido cero.
¿Qué tipo de infraestructuras y actuaciones son necesarias para alcanzar el vertido cero?
Hay zonas donde los vertidos ni siquiera pasan por la red de saneamiento y otras zonas donde pasan por la red, pero no por la depuradora. Hace falta un plan estratégico de inversiones y ver que es lo más conveniente en cada caso. ¿Necesitamos, por ejemplo, bombear toda el agua hacia la costa para después bombearla hacia el interior para depurarla?. Pues a lo mejor no. A lo mejor se puede instalar en determinadas zonas una depuradora natural. Cada ayuntamiento podría hacer su plan estratégico y el Cabildo supervisar y sufragarlos junto con el Gobierno.
¿Cuáles son los efectos de esos vertidos continuos al océano?
Un vertido sin tratar es un agua con poco oxígeno, que llega con un montón de nutrientes (nitratos, fosfatos) y si no hay una mezcla suficiente, porque en muchos casos va directo al mar sin pasar por un emisario, nos encontramos con zonas de anoxia, con alta cantidad de bacterias, que además son malas porque son fecales. Todo eso puede crear eutrofización, es decir una zona con mucha cantidad de nutrientes y afloraciones masiva de macroalgas. En las zonas de baño, hay que cerrar las playas, por la alta concentración de bacterias. En nuestro caso, que vivimos del turismo, eso tiene además un gran impacto negativo. Si queremos ser referencia en turismo, tenemos que pensar un poco y trabajar para tener una Canarias con desarrollo sostenible. Lo que no podemos hacer es pasar un manto por encima de los vertidos. Y tenemos que trabajar todos juntos. Mientras perdamos el tiempo peleando de quien es el problema, si del Cabildo o del Gobierno de Canarias, este seguirá sin solucionarse.
El Gobierno canario acaba de ilegalizar el vertido del emisario submarino de la capital grancanaria por incumplimientos en la calidad y cantidad de los vertidos y la falta de información sobre los mismos....
Es una cuestión que puede responder la depuradora de Barranco Seco, que tiene que saber el volumen y la calidad de lo que se vierte por ahí. La normativa exige que sea comunicado. Los datos están, sólo hay que publicarlos para saber si hay un problema de la depuradora por mal funcionamiento o porque la naturaleza del agua que llega ahora es distinta a la que llegaba hace diez años. Si hay necesidad de cambiar, porque hay vertidos a la red industriales o de otro tipo, eso hay que averiguarlo y solucionarlo. Lo que no podemos hacer es abrir compuertas y lanzar al mar. Si el emisario de la capital grancanaria está funcionando mal o está roto, toda esa información la tienen los técnicos, que además son profesionales muy cualificados. Tenemos que preguntarles a ellos cual es la solución. Sólo hace falta que los políticos decidan solucionarlo y, en el caso de que no haya dinero, buscar un plan b o instar a las instituciones superiores, porque al final Canarias no puede ser un motor turístico si tenemos este tipo de problemas, como que en plena temporada alta pase un vertido incontrolado en medio de los turistas. Con eso hay que tener mucho cuidado, pero la solución no es enmascararlo para que no se vea. La solución es depurar y no tener vertidos. Todos los problemas de vertidos se tienen que solucionar, en este caso del emisario más, por el volumen, aunque también son urgentes los que afectan a los acuíferos. Tenemos que darle herramientas a la ciudadanía, porque por mucho esfuerzo que hagan los técnicos en depurar si al final la gente vierte aceite y basuras varias, la planta colapsa.
¿Y no cree usted que afirmar que se depura el 99% de las aguas negras en una isla que tiene censados 79 puntos de vertidos sin controlar es, como mínimo, tratar de esconder el problema?
Yo no puedo hablar de números exactos porque no los tengo. Pero cantidad de vertidos en números no es lo mismo que cantidad de litros en agua. Podemos tener muchos vertidos con muy poca agua y al final el porcentaje de agua tratada puede ser importante aunque haya muchos vertidos.
Claro, pero si uno de esos 79 puntos de vertido sin controlar es el emisario submarino de la capital grancanaria, con un volumen muy importante de agua, las cuentas no salen
Yo sigo diciendo lo mismo, los vertidos hay que solucionarlos. Todos. Y tenemos que buscar sensatez. Lo que no podemos es mirar hacia otro lado. Ni Tenerife puede mirar para Gran Canaria ni esta para Tenerife. Además hay que buscar soluciones rentables para todos.
