El pleno extraordinario celebrado ayer en Agaete aprobó realizar una consulta popular no vinculante sobre el proyecto de ejecución de ampliación del Puerto de las Nieves. La sesión, tensa por momentos, se saldó con los votos favorables de los seis ediles del grupo de Gobierno del PSOE-ALPA-NC y los dos concejales no adscritos, Javier Gil y Carlos Álamo, y la abstención de los cinco miembros del Partido Popular.

El salón de plenos de las Casas Consistoriales estaba repleto de vecinos del municipio que querían ver el desarrollo de la sesión, que se prolongó durante más de dos horas con el único punto del día: la consulta popular sobre la obra ampliación del Puerto de Las Nieves. El alcalde agaetense, Juan Ramón Martín, describió la propuesta presentada por su grupo de Gobierno, que contempla una consulta popular no vinculante. Así mismo matizó que el Ayuntamiento no tiene las competencias para paralizar la obra ni para cancelara.

Ambos concejales no adscritos, Gil y Álamo, reprocharon que la propuesta presentada era la que ellos propusieron meses atrás y que el Gobierno actual quería llevarse el mérito. Así mismo presentaron una alternativa que fue rechazada con los votos de los seis ediles del PSOE-ALPA-NC y la abstención de los cinco concejales del Partido Popular. La propuesta presentada por Gil contemplaba una pregunta más directa en la consulta popular pero, finalmente, fue rechazada.

A medida que avanzaba el pleno comenzaron una serie de reproches entre las agrupaciones políticas que remontaron a sesiones plenarias o artículos de prensa de principios de los años 2000. Javier Gil aseguró que Inés Miranda- también consejera insular de Política Territorial- declaró en 2012 que la ampliación del Puerto sería bueno para Agaete. A partir de ese momento la tensión creció en la sala. La portavoz popular, María del Carmen Rosario, acusó a Miranda de mentir sistemáticamente a los agaetenses sobre la ampliación del Puerto. Y así comenzó una guerra de acusaciones entre Rosario y Miranda.

Los asistentes, muchos de ellos con camisetas contra la obra del muelle, no daban crédito al intercambio de acusaciones. El alcalde Martín tuvo que llamar al orden en repetidas ocasiones. Los concejales se interrumpieron en repetidas ocasiones e incluso propiciaban reproches por lo bajo cuando otro edil tenía la palabra. Muchos de los asistentes terminaron pidiendo el fin de los reproches y que se votara la decisión final.

Finalmente, entre idas y venidas, después de dos horas, se celebró la tan ansiada votación para aprobar la celebración de la consulta. Los seis concejales del grupo de Gobierno votaron a favor, al igual que los dos del grupo de no adscritos, Gil y Álamo. El PP, que durante todo el pleno defendió estar en contra de la ampliación y a favor de la consulta, se abstuvo finalmente en la votación.

El Ayuntamiento trasladará ahora al Gobierno de Mariano Rajoy el resultado del pleno para que autorice su celebración, que no será vinculante. Una vez dado el visto bueno desde Madrid, el consistorio decidirá la fecha de la consulta. El alcalde remarcó que la ejecución de la ampliación está en manos del Gobierno regional, pero dado que el Ayuntamiento tendrá que lidiar con los efectos que conlleva, como el tráfico y la conservación de los aledaños, quiere jugar una baza para poder paralizar y cancelar el proyecto si la votación de la consulta lo avala. El consistorio también ha acordado que pedirá al Ejecutivo regional la paralización del procedimiento de la obra y que realice una campaña informativa para que los vecinos tengan conocimiento de la situación.