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Ingenio

Amaro Rodríguez, estrella del buen pan

El panadero de Ingenio, entre los 80 mejores de España por la calidad y por su presentación

Amaro Rodríguez, izquierda, con su mujer Marianela Morales y un miembro de la organización. LP /DLP

"No esperaba que fuera para tanto, ni para tanto éxito. Ha sido una gran sorpresa para mí cuando me avisaron por teléfono que fui elegido entre los 80 mejores de España. El nivel entre los panaderos escogidos en toda España es muy alto, siendo la mayoría artesanales," manifestó ayer Amaro Rodríguez, de 48 años, que recogió el lunes en el hotel Miguel Ángel, en el centro de Madrid, un galardón con forma de estrella al ser escogido entre los 80 panaderos del Top de la Ruta Española del Buen Pan.

Amaro Rodríguez se mostraba agotado tras haber participado, junto a su mujer, Marianela Morales, también panadera, en la Feria del Sureste el pasado fin de semana y hacer un viaje rápido y breve a la capital española. Sin embargo, estaba "muy orgulloso" por el premio recibido, no sólo por el hecho de ser elegido, sino por ser "el único de Canarias".

A partir de ahora, podrá exhibir una estrella, como distinción del premio, en la fachada de la panadería artesanal Amaro, que se encuentra en el casco histórico de Ingenio y que es un negocio de su familia desde hace más de 250 años.

"Ser panadero es un trabajo muy sacrificado e infravalorado por muchos. Eso sí, es un trabajo seguro, que siempre tendrás por ser de un producto imprescindible. Además, tienes la satisfacción de dar un buen alimento gracias a tu trabajo", explica.

A Amaro Rodríguez le gusta la "autocrítica" con su trabajo, como también recibir "la opinión de los clientes, claro que sí, porque el producto siempre se puede mejorar. Es normal que a todo el mundo le guste lo que sacas del horno".

Este panadero de una saga familiar, que lleva 39 años trabajando en la profesión, reconoce también que ha tenido momentos malos porque, "como he dicho es una profesión dura, por los horarios, responsabilidades e imprevistos, pero siempre he tenido a mi mujer, a la familia y amigos, que me han ayudado y apoyado para seguir adelante en este trabajo".

Sobre la inspección "secreta" de un miembro de la organización, Rodríguez señaló que "se hizo pasar por un trabajador de una publicación alemana que quería hacer un reportaje. Se sentó, probó el pan y se llevó ocho en una bolsa".

Este certamen es el primero que realiza un grupo de empresas españolas del sector, después de dos años de inspección y trabajo. La valoración que se ha hecho para la elección de los premiados en base: a un 80 por ciento por la calidad del pan; otro diez por la presentación del producto; y el restante por la amabilidad con los clientes. Sobre el primero, se tiene en cuenta, entre otros aspectos, cómo quedó el producto, la miga y la corteza.

Amaro Rodríguez comenzó a trabajar con nueve años, cuando la pastelería la llevaba su tía Catalina, conocida como Alina, González. "Me despertaba a las cinco de la mañana para repartir el pan por la zona -a tiendas y a vecinas-. y luego iba al colegio. También amasaba y ayudaba a mi tía", señaló.

Quince años después, su tía le propuso que él regentara la panadería para ella jubilarse. Así hizo él y lleva otros 24 años con ella.

Además de la panadería artesanal en el casco histórico, Amaro trabaja con su esposa, Marianela Morales en la panadería Mis Hijos Sin Gluten, que se halla en el Lomo Juan de Ingenio. Ambos la abrieron hace unos cuatro años, después de que le diagnosticaran celiaquía al hijo de ambos, que contaba con dos años, y de los meses que él dedicó hasta encontrar la receta y forma ideal de trabajar estos productos sin gluten. Ella se encarga también de la pastelería. Hace un año y media también diagnosticaron que él también es celíaco.

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