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Moya Foro Surca

Más de la mitad de las mujeres en tareas agrícolas sigue sin cotizar

Moya presenta el informe EducoSurca Fatou

Más de la mitad de las mujeres en tareas agrícolas sigue sin cotizar

La jornada de ayer del Surca Villa de Moya resultó especialmente intensa y emotiva desde primera hora de la mañana, con la actuación musical de los senegaleses Hermanos Thioune, encargados de abrir la mesa dedicada a la realidad rural intercultural, hasta el cierre con la lectura de un texto dedicado a la valentía de las mujeres rurales.

Antes, Mercè Vidal, directora de la ONG Nutrición Sin Fronteras, desglosó las acciones que desde el año 2011 viene desarrollando esta organización canaria-catalana con las madres y bebés de las aldeas más pobres de la República de Gambia. Como Konteh Kunda, desde donde, superando todos los obstáculos burocráticos, llegó hasta el municipio norteño Fatou Darboe, presidenta de la Asociación de Mujeres que gestiona huertos comunitarios en esta localidad de Soma, para dejar sin aliento y con lágrimas de emoción al centenar de personas que escucharon su sufrido testimonio, contado en lengua mandinga con un temple y entereza impropia en una persona nada acostumbrada a intervenciones en público.

De hecho, se trata de su primera experiencia lejos de Gambia. Por su parte, Irene Lanz, en representación de la ONG Burkinasara Canarias, también acercó hasta el municipio norteño a las mujeres de Burkina Faso, otro de los países africanos que, junto con Senegal, han ocupado este bloque de las jornadas, que en su totalidad están resultando un rotundo éxito de participación y crítica.

Elsa Maroto, concejala de Política Social del Ayuntamiento de la Villa de Moya, y la psicóloga comunitaria Ana Cristina Fernández, presentaron EducoSurca, el informe diagnóstico pionero en Canarias sobre la concepción del término mujer rural por parte de los niños y jóvenes de los centros educativos de la Villa.

Sin titularidad de bienes

En Gran Canaria, muchas mujeres que viven en municipios rurales afrontan el desempleo-dependencia, violencia de género, masculinización de las tierras, y dificultad para el acceso a la educación y salud, de acuerdo con los datos obtenidos a través de la Asociación Insular de Desarrollo Rural, 82% de las mujeres que realizan labores agrícolas, 59% lo hace sin cotizar el seguro social y solo 9% son titulares de los bienes con sus maridos.

En la actualidad, las mujeres de Moya realizan diversas actividades durante su vida cotidiana y sus trabajos pueden variar desde ser ama de casa, agricultora o realizar trabajos profesionalizados, dependientes de una empresa o entidad administrativa. Algunas de las mujeres continúan su formación profesional y académica. No obstante, el ser rural aún está estrechamente ligado al escaso uso de la tecnología y a una opción ante una escasa formación académica.

En el informe se detalla también los resultados de las encuestas a los menores. El alumnado entrevistado manifestó que Moya es un lugar tranquilo para vivir y con mucha vegetación lo que contribuye a respirar un aire fresco menos contaminado. En cuanto a la clasificación del miembro de la familia que realiza mayor número de actividades, aquellos que respondieron que su madre era quien más trabajaba consideraban que ellas se involucraban en todas las tareas domésticas y aquellas fuera de casa, mientras los que respondieron que su padre era quien más trabajaba era debido a las largas jornadas de trabajo fuera de casa que estos desempeñan y no reconocen el labor de sus madres en apoyo a las actividades de sus padres.

Entre otras conclusiones, el informe detalla que prevalece un desconocimiento sobre los indicadores que definen ámbito rural y mujer rural. El alumnado entrevistado en los centros educativos de Moya asocian a las mujeres a tareas domésticas, ganadería, agricultura, y a la escasa formación profesional y académica.

El perfil descrito por parte de los entrevistados es de mujeres buenas, tranquilas, protectoras, sencillas y trabajadoras, características aparentemente positivas pero que a la vez pueden ser fundamentados en los estereotipos de género. En diversos casos, la sobrecarga de las actividades de la madre es aliviada por otra figura "femenina" dentro de la familia; no existe una distribución equitativa de las tareas domésticas. En relación con la permanencia, quienes desean mudarse de Moya, lo hacen para continuar con sus estudios universitarios y las universidades más cercanas al municipio no ofrecen carreras orientadas a la realidad rural.

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