Kyle Brown llegó a Maspalomas por primera vez en el año 2010, atraído por una fiesta reivindicativa que desde hacía años daba la vuelta al mundo. Sin esperarlo, y de forma fortuita, acabó sobre una carroza en la que conoció, casualmente, a otro joven británico, Elihad Williams, quien disfrutaba de su segundo Maspalomas Gay Pride. Una larga conversación, intereses en común y por entonces una semana de vacaciones por delante crearon el cóctel perfecto para que estas dos personas se descubrieran.

De vuelta a Reino Unido tardaron tan solo 15 días en conectar vía tren las ciudades de Sheffield y Leicester, en la que cada uno vivía. Y hasta hoy. Desde entonces han vuelto a Gran Canaria siempre juntos, de la mano, sin soltarse. Y esperan no hacerlo nunca. "Maspalomas es un destino ya fijado en nuestro calendario cada mes de mayo", explicó Kyle, "es donde hemos celebrado nuestro aniversario durante los últimos ocho años". Y después, se segunda parada en España será el Gay Pride de Madrid, el próximo mes de julio.

Esta es la historia de solo dos de las miles de personas que ayer se concentraron en Maspalomas. Coreografías de lo más extravagantes, trajes cargados de mucho humor, alegría y reivindicación, mucha reivindicación. La cabalgata del Maspalomas Gay Pride convirtió a Playa del Inglés en una gran fiesta de la diversidad y el respeto en la que participaron más de 100.000 personas en pro de la lucha por la igualdad de los derechos de las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. En el mundo, todavía más de 70 países penalizan con cárcel o la muerte la homosexualidad, motivo por el cual esta celebración continúa cobrando especial importancia.

Diversidad por bandera

Bajo el lema 'Maspalomas con el Orgullo LGTB', estampado en una enorme pancarta, a las 17.00 horas una gran marea humana partió desde el hotel Riu en Maspalomas hasta el Centro Comercial Yumbo, epicentro de la celebración del Pride. Con la bandera del arcoiris como emblema principal, miles de residentes y turistas llegados desde numerosos países marcharon en un desfile en el que participaron 25 carrozas, todas ellas con mensajes de unidad, reivindicación y respeto. Y todo para visibilizar a un colectivo que aún hoy, en ocasiones, se siente amenazado.

Una batucada puso la nota inicial a una cabalgata cargada de ritmo y color. Tras ella, una enorme bandera con los colores del arcoiris dio la bienvenida a los asistentes, a quienes recordó que sus diferentes tonos simbolizan el amplio abanico de identidades; simbolizan la diversidad.

Maspalomas no se dejó asustar por los casi 30 grados de temperatura que se registraron ayer por la tarde y las calles se llenaron de personas, pero también de personajes. Unos vestidos de jardín de flores, otros de soldados romanos, de ángeles y demonios, de animales, de reyes y reinas. Y reinas, muchas; desde un grupo de jóvenes disfrazados del personaje de la película 'Priscila, reina del desierto', hasta otro caracterizado de Freddy Mercury y su 'I want to break free'. Aspiradora incluida, por supuesto.

Entre los asistentes a esta XVII edición del Maspalomas Gay Pride se encontraban también José Miranda, Raquel Balseiro y Desirée Santos. José es un habitual del Orgullo, participa año tras año. "Soy gay y más que gay, reconocido ya", explicó con una sonrisa, "y este desfile es importante porque es nuestra forma de reivindicarnos", aunque España es ya muy liberal, y Canarias más aún". Raquel y Desirée participaron por primera vez ; la primera porque quería visitar "una fiesta muy sonada", y la segunda, procedente de Málaga, porque le ha coincidido durante sus vacaciones y no perdió la oportunidad para disfruta del espectáculo.

Un espectáculo en el que Dolores Hernández y Manuel de la Guardia han participado, pero a medias, ya que este año "no nos dejaron participar con nuestra carroza". Manuel considera importante este evento "para potenciar el sector económico en el sur de Gran Canaria", pero también por el mensaje que lanza. "Cada uno tiene su forma de expresarse y todos debemos respetarnos e integrarnos", apuntó. La pareja prefirió este año disfrutar del desfile y no marcharse a casa a ver el Festival de Eurovisión porque "esa muchacha no me convence y el festival ya no es lo que era", puntualizó Manuel, "y el Gay Pride tampoco es lo que era; antes era mucho más reivindicativo".

La misma opinión la comparte, en cierto modo, Airam, un joven de Telde que opina que la diversidad ya es una realidad. "La homosexualidad es algo que ya está asumido y lo que se hace es festejar algo que ya se ha normalizado", añadió, "la gente respeta cada vez más, ya no es como hace 20 años, la educación ha sido fundamental". Según Airam, "unos consideran que es libertad y otros que es libertinaje, pero es mitad y mitad; pero sea lo que sea, no hay que juzgar ni criticar a los demás".

"Es una fiesta sana, mejor que el carnaval", señalaron Lucas, Fran y David, tres amigos de Las Palmas de Gran Canaria. "Sigue siendo necesaria porque hasta que no se legalice la homosexualidad en todos los países del mundo, no estaremos satisfechos", agregó David.

Al término del desfile, la fiesta se trasladó hasta Yumbo donde se celebró la Mega Pop After Parade, en la que actuaron VideoDj Héctor, VideoDj Carlos Salinas y High Heels Performance. Posteriormente, a partir de las 23.00 horas, la plaza de Yumbo acogió la Fiesta Freedom Oh My Gods!, en la que participaron Dj Dan Slater, Dj Ben Bakson, ,Maya Simantov y Nalaya.

El Maspalomas Gay Pride 2018 termina hoy con la Gala de Clausura, a partir de las 22.00 horas, presentada por Fruela y Roberto Herrera, y en la que actuarán los artistas Sharonne (España), Norwood (Estados Unidos), Ruth Lorenzo (España) y los Vengaboys (Holanda). A partir de la medianoche, la DJ Lydia Sanz ofrecerá el último espectáculo de esta edición, que se despide hasta el próximo año enarbolando un solo mensaje: la diversidad en una realidad.