El dueño de una superficie de 500 metros cuadrados en la playa capitalina de El Reducto, donde se ubica el mástil que sostenía la bandera azul, quiere instalar un chiringuito, un jacuzzi y una terraza desmontables en esa zona del litoral para "dotar a la playa de la dignidad propia que se merece Arrecife".

Juan Pedro Noguera Espinosa adquirió en 1969 al Ministerio de Defensa el suelo del islote de El Reducto, incluido el nido de ametralladora que se construyó en ese espacio para vigilar la costa y que fue derribado hace unos años. Inscribió esa finca en el Registro de la Propiedad de Arrecife, de la que es titular de pleno dominio en su totalidad, el 9 de abril de 1980 en virtud del documento que le expidió a su favor el Juzgado de Primera Instancia No1 de Arrecife el 19 de diciembre de 1979. La escritura, a la que ha tenido acceso este periódico, detalla de el solar linda "al norte con la playa, al sur con el mar, al este con la playa y el mar y al oeste con la playa y el mar".

Incluso, Noguera aseguró que la Dirección General de Costas le dio permiso en 2010 para acometer las intervenciones que había proyectado en El Reducto. Añadió que decidió reactivar el proyecto a raíz de que el Ayuntamiento de Arrecife ordenara hace unos meses el cierre del quiosco instalado en la avenida, junto a la playa, al carecer de permiso de funcionamiento, y después de que el consistorio le haya "defraudado" con sus "promesas incumplidas" de compensarle con otros bienes a cambio de que renunciara a su parcela en El Reducto. "El chico que estaba explotando el quiosco se ha quedado sin trabajo y yo le comenté que le daría empleo en el chiringuito que quiero montar", indicó Noguera, jubilado de 74 años y extrabajador de la compañía Iberia en Lanzarote.

"El ayuntamiento primero me dijo que me permutaría mi suelo por naves, luego por terreno edificable y después por una parcela en la zona 12, próxima al Cabildo. Hasta el día de hoy no se ha llevado a cabo nada de eso. Es más, derribaron el nido de ametralladora sin pedirme permiso", criticó Noguera.

Se mostró "convencidísimo" de que Costas no le pondrá "a día de hoy" impedimentos para ejecutar las obras, a pesar de que las mismas se levantarían en un área de dominio marítimo terrestre. De hecho, las mareas grandes cubren el islote. En opinión de Noguera, "Lanzarote estaría muy orgullosa de estas actuaciones y presumiría de playa de El Reducto. Crearía doce puestos de trabajo".

Rechazo de los vecinos

La idea de Noguera es que al jacuzzi, que se llenaría con agua de mar, "puedan tener acceso gratuito personas discapacitadas, desplazadas en sillas especiales hasta el lugar".

El presidente del Organismo Social Canario Titeroygakat, Antonio Leal, consideró "un disparate" las intenciones de Noguera y reclamó que "la totalidad de la playa esté en manos públicas y se recupere para el pueblo". No entiende cómo "las autoridades de la época no actuaron para impedir que el islote se vendiera y registrara a nombre de un particular".