La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar ha decidido endurecer las medidas de control en las zonas de dominio público marítimo-terreste, sus zonas de servidumbre y los espacios protegidos de Lanzarote. A la prohibición de acampar en todo el litoral de la isla (a excepción del camping de Papagayo, que no abrirá hasta el verano), Costas ha dado un paso más con el cierre al tráfico rodado a varias de las playas con mayor tradición para la práctica de los deportes náuticos.

Más de 200 personas se concentraron ayer en la playa de Los Jameos de Haría (que forma parte del Sitio de Interés Científico de los Jameos del Agua) para protestar por la prohibición de acceder con los vehículos al que está considerado como uno de los mejores lugares del mundo para la práctica del surf y windsurf. "Somos conscientes de que hay que conservar este espacio pero también es verdad que debemos compatibilizar su protección con la práctica deportiva", destacó Miguel Quintana, portavoz del Club de Windsurfing Los Charcos.

Una situación similar se ha producido en la playa de Famara, un espacio que además está dentro del parque natural del Archipiélago Chinijo. El consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, Francisco Fabelo, afirmó que la decisión de cerrar al tráfico rodado parte de la carretera de acceso a Famara la adoptó Costas "de forma unilateral". No obstante, reconoce que este cierre está recogido en el Plan Rector de Uso y Gestión de este espacio natural. "Nuestro objetivo es que la carretera pueda seguir utilizándose, pero habrá que modificar el plan rector", explicó.

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