El descenso de la cabaña caprina y la sequía que viene padeciendo el campo lanzaroteño ha traído consigo una caída en picado de los envíos de leche hacia Fuerteventura para la producción de quesos en la quesería Maxorata, el principal comercializador de la leche que se produce en Lanzarote. El propietario de Maxorata, Alberto Hernández, asegura que en el último año se ha pasado de enviar a Fuerteventura 16.000 litros diarios a tan solo 8.000 litros.

Según el último censo de la Granja Agrícola del Cabildo de Lanzarote, el número de cabras ascendía a un total de 18.786 ejemplares, a diferencia de los 21.826 que había un año antes. "El ganadero no está reponiendo cabras porque ya no le merece la pena", señala Hernández.

Esta drástica disminución ha impedido a Maxorata poner en producción la quesería instalada en el Complejo Agroindustrial de Teguise, con una inversión superior al millón de euros. "Lo que no podemos hacer es cerrar la producción de nuestra central en Fuerteventura, donde también hemos realizado una gran inversión", destaca Hernández.

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