La segunda jornada ayer del juicio en el que se investiga el pago de 250.000 euros por parte del Ayuntamiento de Arrecife en 2008 y 2009 a la empresa de electricidad Proselan, de José Daniel Hernández, uno de los cuatro acusados en la causa, concluyó ayer con la declaración de los testigos. No pudieron acreditar que se prestaran los trabajos facturados al consistorio, aunque el abogado de Hernández aseguró que "ningún testigo pudo afirmar tampoco que no se realizaron los servicios cobrados". A esta pieza separada del caso Unión aún le resta una jornada más, fijada para el 11 de diciembre, la de la pericial. LA PROVINCIA