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Uga mima la agricultura de alta calidad

La finca del empresario Juan Francisco Rosa cuenta con razas seleccionadas de cabra, oveja, vaca y cerdo - Sus productos abastecen a sus hoteles y su quesería

Un cliente del hotel Princesa Yaiza acaricia a una vaca de raza Jersey durante su visita a Finca Uga. D. R.

La música forma parte de la filosofía de la finca que el empresario lanzaroteño Juan Francisco Rosa posee en el pueblo de Uga en el municipio de Yaiza. Una explotación agrícola y ganadera de 140.000 metros cuadrados que ayer se abría por vez primera al turismo dentro de la experiencia de kilómetro cero impulsada por el restaurante Isla de Lobos del hotel de cinco estrellas Princesa Yaiza de Playa Blanca.

Un proyecto agrícola que se puso en marcha hace dos décadas con apenas unas cabras y ovejas pero que se ha transformado en un auténtico centro agrario que alberga una selección de razas autóctonas canarias de cerdos, cabras, ovejas y gallinas. Unas instalaciones que cuentan también con parcelas para las plantaciones de papas, cebollas y legumbres (lentejas, chícharos y garbanzos) con pedigrí conejero, fresas y dos pequeños invernaderos donde se cultivan libres de plagas y en el que no se aplican insecticidas productos como papayas, lechugas, tomates, berros y acelgas.

El veterinario y asesor de Finca de Uga, Francisco Fabelo, destaca la sostenibilidad de las instalaciones y el respeto hacia el bienestar animal. "Unos animales felices son unos animales sanos", destaca Fabelo que es también el impulsor de la quesería de esta finca con importantes premios tanto a nivel nacional como internacional.

La explotación cuenta con 40 vacas de la raza Jersey, elegida por tener una leche con un elevado porcentaje de grasa ideal para la elaboración de los quesos. Asimismo, posee unas 350 ovejas canarias cuyos primeros ejemplares fueron adquiridos a ganaderos de Tejeda en Gran Canaria, 390 cabras de raza canaria y varias decenas de gallina negra canaria que hacía unos 15 años se tenía como desaparecida en Lanzarote.

La finca vende también lechones para el consumo humano (con una producción de unos 700 cada año) de un cruce con raza ibérica y cochino negro canario. Para la reproducción se cuenta con una especie de maternidad donde se crían los lechones antes de su venta para el consumo.

"Para nosotros es fundamental que los animales tengan sus zonas de sombra, baño y relax", señala Fabelo que además insiste en la importancia de la música ambiental que se oye en toda la finca durante las 24 horas del día. "A partir de las cuatro de la tarde ponemos música más relajante tipo zen y por la noche con sonidos de animales nocturnos", afirma.

La alimentación de los animales se rige también por criterios de sostenibilidad. De hecho, el suero sobrante de la quesería es aprovechado por los cerdos a través de una canalización que parte de la quesería hacia los comederos. "Hemos solucionado lo que podría ser un problema ambiental por el vertido de los sueros para convertirlo en un alimento rico en proteínas para los cerdos", destaca Fabelo.

Es precisamente la quesería, que lleva por nombre Finca de Uga, la que más fama ha dado a esta explotación agraria.

"Contamos con 21 tipos de quesos con una importante apuesta por la investigación y el desarrollo", resalta Fabelo. De hecho, el objetivo es sacar al menos tres quesos nuevos cada año. La última de las novedades es un queso, inspirado en los quesos de Suiza, pero madurado en cerveza.

La producción media de la quesería está en torno a los 90 kilos de queso, aunque también produce yogur de cabra que se vende exclusivamente para la restauración y mantequilla con hierbas naturales para el Isla de Lobos.

La finca tiene una sala de lactancia artificial para corderos y baifos con la leche de los excedentes que se utiliza para la elaboración de los quesos. Un sistema pionero que se inició hace 25 años en la Granja Agrícola Experimental del Cabildo lanzaroteño.

La producción de Finca de Uga no solo abastece al restaurante Isla de Lobos sino también al resto de los establecimientos del grupo turístico propiedad de Juan Francisco Rosa. De la misma forma, algunos de los restaurantes del colectivo Lanzarote Cocina son otros de los clientes habituales.

La Finca de Uga formará parte desde este mes de la nueva experiencia gastronómica del restaurante Isla de Lobos. Así durante el último sábado de cada mes los clientes y residentes de Lanzarote que reserven en este restaurante podrán participar en una visitada guiada con el chef a la Finca de Uga para conocer el origen de muchos de los alimentos incluidos en el menú. El chef ejecutivo del restaurante Isla de Lobos, Víctor Bossecker, destacaba ayer la apuesta de su establecimiento por la materia prima de la finca y productos locales de Lanzarote.

No obstante, los responsables de la finca también tienen previsto la apertura de sus instalaciones para visitas guiadas para los turistas como una forma de rentabilizar la explotación. "Hay que tener en cuenta que se da trabajo a 14 personas y que es necesario rentabilizar la finca", añade Fabelo.

A pesar de la presencia de cientos de animales en la finca apenas existen moscas. "Controlamos el ciclo vital de la mosca para evitar que se reproduzcan", recalca Fabelo que aplica un estricto sistema de limpieza y de creación de compost natural para el abono de los árboles de la explotación.

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