El primer ministro británico, David Cameron, y su familia se despidieron en la tarde ayer de Lanzarote tras disfrutar de siete días de vacaciones. Regresaron en un avión de la compañía EasyJet a Gran Bretaña. El vuelo puso rumbo al aeropuerto de Southen, situado a 65 kilómetros al este de Londres, en torno a las 18.55 horas, con un cuarto de hora retraso sobre el horario de salida previsto. Entraron al aeropuerto de Guacimeta por la sala de autoridades y desde allí se dirigieron al aparato en el que embarcaron con destino a la capital británica, afectada a comienzos de esta semana por los fuertes vientos que dejó la tormenta Katie.
A diferencia de su anterior estancia en la Isla, en la Semana Santa de 2014, en la que se hospedaron en el complejo rural Casa Tomaren (San Bartolomé) y recorrieron buena parte de la geografía insular, en esta ocasión los Cameron han pasado la mayor parte de su tiempo en Playa Blanca, en el municipio de Yaiza.
El matrimonio y sus tres hijos, Nancy, Arthur Elwen y Florence Rose, se hospedaron en el hotel de cinco estrellas Dream Gran Castillo, en la zona de Las Coloradas, un resort situado en primera línea de playa y muy cerca de la costa de Papagayo. Los paseos por la avenida de Playa Blanca y el puerto deportivo Marina Rubicón han sido una constante en las salidas diarias del político y sus familiares, que han podido disfrutar del buen tiempo de los últimos días. Seguidos de cerca por su equipo de guardaespaldas, con refuerzo de efectivos de seguridad llegados desde Madrid, los Cameron han preferido el relax y el descanso en vez de hacer excursiones por la Isla.
Además de disfrutar de baños en las piscinas del hotel, Cameron se desplazó el pasado lunes a la conocida playa de Papagayo y tuvo hasta tiempo de tomar un café con su homólogo luxemburgués, Xavier Bettel, tal y como reveló este último el lunes por la noche en su cuenta de la red social Twitter. Bettel se encuentra en la Isla desde el pasado domingo.
Por otro lado, el Viernes Santo se le vio tomando una cerveza y un aperitivo de aceitunas en la terraza del restaurante Casa Brígida y cenando ese mismo día en La Taberna, ambos locales situados en el puerto deportivo Marina Rubicón. El día siguiente acudió a comprar granadas y leche fresca a la tienda de Congelados Roper del centro comercial anexo al establecimiento hotelero Dream Gran Castillo, donde también alquiló una bicicleta para él y su hija mayor la jornada anterior en el negocio Crazy Bike.
Antes de iniciar su nuevo periodo vacacional en Lanzarote, Cameron había manifestado, según recogió la prensa británica, que necesitaba "tiempo para pensar". Llegó a la isla el pasado Jueves Santo, 24 de marzo, una jornada en la que aún había actividad parlamentaria en Londres.
Pendiente de la actualidad
Además de la crisis abierta en su gobierno por la dimisión de su ministro de Trabajo y Pensiones, Iain Duncan Smith, en desacuerdo con el recorte presupuestario en las ayudas para personas con discapacidad, tan solo seis días antes de iniciar sus vacaciones en Lanzarote, Cameron tiene también otros frentes abiertos.
La división en las filas tories ante el referéndum de permanencia en la Unión Europea que el líder conservador ha convocado para el próximo 23 de junio con el fin de que los británicos opinen si quieren seguir o no en ese espacio económico y político, es otra de las preocupaciones de Cameron, partidario de que Gran Bretaña siga en la Unión Europea, al igual que la mayoría de miembros de su gabinete de gobierno.
Precisamente, el fundador y presidente de la asociación Lanzarote Business and Residents Association, Daniel Trigg, había solicitado un encuentro con Cameron para exponerle su punto de vista sobre tan importante consulta. "¿Qué pasará con los millones de británicos que están en la UE si nos salimos de ahí? ¿Qué pasará con las empresas que necesitan mano de obra de fuera del Reino Unido?", se preguntó Trigg. Según el empresario, "la cita fue cancelada a última hora por problemas de agenda de Cameron, ya que tenía varios asuntos que atender desde la Isla con su gabinete, entre ellos, la preocupación por el futuro de la industria de acero Port Talbot que tiene en riesgo miles de puestos de trabajo y ha solicitado al gobierno británico que se haga cargo temporalmente de la misma mientras se encuentra un comprador a la misma" .
Los recientes atentados en Bruselas y su repercusión en Europa también han preocupado a Cameron, quien un día antes de viajar a Lanzarote presidió en Londres una nueva reunión del comité de emergencia Cobra para evaluar la seguridad del Reino Unido tras los atentados en la capital belga.
Canarias ha estado presente esta Semana Santa en la prensa internacional por la presencia no solo de Cameron en Lanzarote sino también de la canciller alemana, Angela Merkel, en La Gomera. La elección de ambos de las islas para pasar sus vacaciones junto con el primer ministro de Luxemburgo supone un importante respaldo al Archipiélago como destino turístico y una promoción cuyo valor alcanzaría millones de euros, según un reciente estudio de Promotur Turismo de Canarias. Solo las menciones en la prensa en Internet referentes a Cameron y Merkel han sumado 399 referencias. Contratar publicidad en los espacios dedicados a esas noticias hubiera supuesto un desembolso de 48 millones de euros.
Lanzarote ha recibido la visita de varios líderes europeos desde los años noventa. El excanciller alemán Helmut Kohl estuvo en 1991; el último presidente la URSS, Mijail Gorbachov, lo hizo al año siguiente; y el expresidente checo Vaclav Havel, en 1997, 2001 y 2002. Los expresidentes españoles José María Aznar (1997) y José Luis Rodríguez Zapatero (2005, 2006 y 2009, 2013 y 2015) también eligieron Lanzarote, al igual que el presidente irlandés, Michael Daniel Higgins, en 2013 y 2016.
