Un jurado declaró ayer probado en la Audiencia de Las Palmas que el hombre que apuñaló y mató en Lanzarote a una mujer con la que mantenía relaciones lo hizo sin voluntad de acabar con su vida, en un forcejeo que se produjo después de que ella le clavara un cuchillo por la espalda.

El veredicto del tribunal que ha juzgado a Cesáreo G.C.., de 68 años, lo considera culpable del homicidio, pero en circunstancias muy diferentes a las que habían mantenido durante todo el proceso el Ministerio Fiscal y la acusación particular, que sostenían que el procesado había matado a Araceli Paulina A.F. de forma dolosa.

Cinco de los cuatro ciudadanos que componen el jurado estiman que existen pruebas (básicamente el informe de los médicos forenses) de que Cesáreo G.C. fue apuñalado por la espalda por la única persona que estaba con él en el domicilio de la víctima después de que intentaran mantener relaciones sexuales: la propia Araceli Paulina. La versión de los hechos que han establecido como probada determina que, a raíz de ello, se produjo un forcejeo en el que el procesado arrebató el cuchillo a la mujer y se lo clavó en el pecho, pero sin voluntad de acabar con su vida, como finalmente ocurrió.

Los hechos ocurrieron el 4 de febrero de 2015 en el domicilio de la víctima, en Arrecife. El procesado fue detenido ese mismo día en el aeropuerto de Lanzarote, cuando se disponía a volar a Tenerife a pesar de estar herido.

Acusación

En vista de este veredicto, la Fiscalía y la acusación que representa a la familia de la víctima han rebajado de once a cuatro años la condena de cárcel que piden para Cesáreo G.C., porque creen que el jurado ha descrito un relato de hechos que podría ser interpretado por la magistrada que dictará sentencia como homicidio imprudente, no como homicidio doloso (voluntario).

De acuerdo con las explicaciones dadas por su portavoz, cinco de once jurados creen acreditado que la víctima apuñaló al procesado por la espalda mientras este miraba por la ventana a la calle, sin posibilidad alguna de que este se defendiera en ese momento. Sin embargo, el veredicto ha sido unánime al determinar que Cesáreo G.C. reaccionó de forma desproporcionada, porque si bien respondió a un apuñalamiento con otro apuñalamiento, "podría haber actuado de otra manera", ha señalado el portavoz del Jurado.

La defensa considera que este relato de hecho debería servir para que a su cliente se le impongan solo dos años de cárcel y también para que se le conceda el beneficio de la suspensión de la condena. Sin embargo, el tribunal popular que ha juzgado los hechos ha recomendado a la magistrada que dictará sentencia que ni se suspenda la condena ni se solicite el indulto para Cesáreo G.F.