El párroco Manuel Arencibia repicaba la pequeña campana de iglesia de la Virgen del Mar minutos antes de las cinco para llamar a los fieles para el inicio de la celebración de la Palabra. "¿Dónde está la gente? "se preguntaba nervioso, no en vano, era la primera vez que iba a embarcarse con la patrona de la isla de La Graciosa. Y los fieles se contaban por miles, pero habían preferido esperar a la Virgen en los pantalanes del muelle de Caleta de Sebo para acudir a la procesión marítimas más numerosa de Lanzarote.

"La Virgen del Carmen es un referente para La Graciosa", aseguraba Manuel Arencibia que también comparte iglesia con el barrio de San Francisco Javier en Arrecife. "Entre todos vamos a ayudarle porque hay que entender que es nuevo", aseguraba Juanita Hernández, una de las gracioseras que ayuda desde hace años en todos los actos religiosos que tienen lugar en la octava isla.

La agrupación folclórica La Gran Aldea de Teguise fue la encargada en esta ocasión de acompañar a la patrona desde la pequeña iglesia hasta el muelle. Un paseo por las calles de arena de una isla que durante este fin de semana multiplica su población por cinco. Y es que de los 700 habitantes que están censados oficialmente se sobrepasan las 4.000 personas pasa durante las fiestas del Carmen. "No queda ni una cama libre", asegura la concejal del Ayuntamiento de Teguise para la isla de La Graciosa, Alicia Páez.

Conscientes de que la octava isla está abarrotada durante estos días de julio, el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia, dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias,se desplazaba el viernes y el sábado hasta la explanada del muelle en Caleta de Sebo para la promoción de la donación de sangre. Para esta campaña se montó una carpa hinchable, a modo de hospital de campaña, camillas portátil y el convencional equipo sanitario y de promoción.

La poetisa Inocencia Páez es sin duda la que mejor ha retratado el sentir de las fiestas a la Virgen del Mar. "Los marineros te quieren, con mucho amor madre mía, porque tu les quieres mucho,. Y eres su luz y su guía. Viva la Virgen del Carmen, madre de los marineros y que se aumente la fe que nosotros le tenemos", reza uno de los poemas que tanto se repiten durante estos días en la octava isla.

Quien no ha dudado en sonorizar uno de los poemas de Inocencia Páez dedicado a la Virgen del Mar es Antonio Jorge Toledo, fundador de la parranda La Octava, que anoche volvió a cantarle a su Virgen. "Aunque ahora vivo en La Palma porque estoy jubilado me han llamado para tocar otra vez con la parranda La Octava", señala uno de los miembros más destacados de la familia Toledo.

Otro de los gracioseros que ayer vivía un día especial era el propietario de la naviera Biosfera Express, Luis Toledo, que cuenta con una línea regular entre La Graciosa y Órzola en Lanzarote. Aunque no era la primera vez que paseaba a la Virgen sí lo hacía con el barco Biosfera Fishing, una pequeña embarcación dedicada a la pesca deportiva. "Para mí es un verdadero orgullo llevar a la Virgen en la procesión marítima", destacaba Toledo momentos antes de embarcar a la Virgen. Eso sí tuvo que cambiar de pantalán para que la patrona pudiera acomodarse en su pequeña embarcación.

Un día grande no solo para los marineros sino para todos aquellos que de una forma u otra están vinculados con La Graciosa. Con sus coronas plateadas estaban casi en primera fila de la misa las flamantes reinas de la belleza de las fiestas gracioseras. Naiara Cedrés, elegida Miss La Graciosa y Diana Hernández, proclamada Miss Juvenil acudían dispuestas también a subirse en uno de los numerosos barcos que formaban la flota de la Virgen.

El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, fue uno de los encargados de echarse a la Virgen al hombro desde la iglesia hasta el muelle. Eso sí llegó justo a tiempo de iniciarse la misa porque ayer tuvo ración doble de procesiones.Por la mañana acudía a la procesión de la Virgen del Carmen por las calles del casco histórico de Teguise y por la tarde a la marítima en aguas de La Graciosa.

Cae la tarde y la procesión toma rumbo a Caleta de Sebo donde le espera a la Virgen una ofrenda musical y los poemas de Inocencia Páez. "Eres mi isla Graciosa, tan bonita y tan pequeña que voy a hacerte una cuna para yo mecerte en ella. Y te cantaré una nana con una voz de sirena y un dulce sueño te envuelve a la luz de las estrellas".