El joven graciosero Nauzet Guadalupe Betancort, de 26 años, fue despedido este lunes al mediodía por cientos de personas en Caleta de Sebo, que quisieron darle el último adiós en un emotivo entierro. Nau, como era conocido, se ahogó el pasado viernes en la zona del Caletón de la Luz, en el litoral graciosero, previsiblemente debido a un golpe de mar mientras nadaba entre las rocas. Su cuerpo sin vida fue encontrado en la mañana del sábado en el fondo de una cala.

Los comercios de La Graciosa y los restaurantes, aseguró el vecino y primo hermano de la madre de Nau, Pedro Manuel Páez, cerraron sus puertas durante la misa, que se celebró en la iglesia Virgen del Mar de Caleta de Sebo. El templo se quedó pequeño para despedir a Nau.

A los residentes en La Graciosa se sumaron muchas personas que se desplazaron desde Lanzarote por la mañana para asistir al velatorio y el entierro. A la salida del oficio religioso se quemaron varios voladores para despedir al muchacho, tal como era su deseo.

Los jóvenes, vestidos con la tradicional vestimenta graciosera, cargaron a hombros el féretro hasta el cementerio seguido por la multitud que asistió al sepelio. La comitiva también llevó una cruz con flores. Varios de sus amigos se desplazaron al lugar donde fue hallado el cuerpo de Nau para rendirle un homenaje después de que sus restos mortales recibieran sepultura.