Caleta de Famara solo hay una, pero da cobijo a muchas historias, tantas como las de los residentes y miles de visitantes que se dieron cita este fin de semana en esa localidad costera del municipio de Teguise atraídos por las fiestas del Sagrado Corazón de María, las más multitudinarias para despedir el verano conejero.

En Lanzarote este domingo prácticamente todos los caminos llevaban a la Caleta, pues hay quien optó por poner rumbo hacia Órzola, en el norte de la Isla, que también tuvo algarabía con Santa Rosa de Lima. Precisamente, a través del puerto de Órzola desembarcó por la mañana un grupo de gracioseros encabezados por la concejala del Ayuntamiento de Teguise en la octava isla canaria, Alicia Páez, para participar en el tradicional hermanamiento entre las dos orillas de salitre y jable, Caleta de Sebo y Caleta de Famara.

Las hermanas residentes en Montaña Blanca, pago de San Bartolomé, Magdalena e Isabel Brito lo tuvieron claro. "Hoy [por ayer] la fiesta toca en Famara y aquí estamos. Cada domingo vamos a un sitio diferente y esta fiesta nos gusta mucho", aseguró Magdalena. Ambas esperaban sentadas en el muro del paseo marítimo de la Caleta junto a centenares de personas, menos que el pasado año, la llegada del Sagrado Corazón de María a la playa para su embarque a hombros de los caleteros. Hasta el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, fue uno de los portadores de la imagen en uno de los tramos por las calles de la Caleta tras la eucaristía en la ermita.

La Virgen llegó a la cala en torno a las 13.30 horas acompañada por la banda de música de Teguise, vecinos y público llegado de fuera. A los gritos de "¡Viva el Sagrado Corazón de María!" y entre aplausos fue llevada hasta el Jesús María, la embarcación que se encargó este año de pasearla por el mar de Famara.

El alcalde, la concejala de Festejos, Olivia Duque, el concejal de Emergencias, Eugenio Robayna, y el edil de Tráfico y Movilidad, José Alberto Umpiérrez, presenciaron desde la arena la salida del Jesús María con la Virgen, al que acompañaron en su salida cerca de una decena de barcos.

Con la mirada puesta en el embarque estaba también la veraneante "desde hace años" en la Caleta Manuela González. Después de una multitudinaria verbena del sábado por la noche, aún permanecían las ganas en el muelle, los solares y los callejones caleteros. Manuela señaló que "este año la cosa ha estado con menos jaleo, quizás porque ha habido más controles". No sabe si esa tranquilidad se debe a la supresión del espacio joven en la denominada zona alternativa, pero lo cierto es que en las verbenas del viernes y sábado constató más presencia de la Guardia Civil y la Policía Local que años anteriores.

"Los jóvenes también tienen que disfrutar de la fiesta y me gusta que estén aquí, pero con responsabilidad, como deben estar a su vez los adultos", apuntó.

El grupo de amigos formado por Óliver Hernández, Raúl Cabrera, Óliver Delgado, Daniel Parrilla y Adrián Martín se preparaban para la verbena del agua en el muelle después de un intenso fin de semana que se resistía a terminar. Los muchachos creen que "no ha sido una buena opción suprimir la zona alternativa" porque, en su opinión, "ha sido peor el remedio que la enfermedad". Explicaron que "el muelle es un espacio muy pequeño para albergar a tanta gente, ya que al público que le gusta la verbena se sumó el que acudía a la zona alternativa y la aglomeración fue mayor. Casi no te podías ni mover y, por otro lado, a nosotros nos gusta más la música de la zona alternativa que la verbenera".

Francisco Morales es vecino de la Caleta. Coincidió con los chicos al afirmar que "en el muelle ni podías caminar ni bailar de toda la gente que había". Destacó que "se reforzaron la seguridad y los controles para detectar drogas". Dijo además que, "pese a la supresión de la zona alternativa , con todo, en general, las fiestas han estado bien".

Ana María Cabrera se llevó un buen susto cuando en la verbena del sábado por la noche se percató de que alguien le tocó el bolso. Acto seguido su móvil desapareció. "Me lo robaron y gracias a otro chico que vio la escena lo recuperé. Pillé al que lo hizo. Hay un grupo de chicos que se dedica a robar móviles y lo tiene todo muy estudiado", lamentó. Piensa denunciar en la Guardia Civil lo ocurrido.

David Mena cree que "hicieron bien en suprimir la zona alternativa", pero echó en falta "unas fiestas más tradicionales en vez de música tan comercial". De fondo sonaba la música del Cuarteto Doramas en el muelle. Cinco mangueras mojaban al inquieto público con caudal de la marea.

Menos asistencias médicas

El doctor Juan Manuel Sosa, que formó parte del equipo sanitario dentro del amplio dispositivo que se montó para las fiestas junto a la Policía Local, la Guardia Civil, Protección Civil y el Consorcio de Seguridad y Emergencias, entre otros recursos como Emerlan, aseveró que "este año ha habido más tranquilidad y el pueblo ha disfrutado más de las fiestas. Además, la gente del puro botellón se lo ha pensado más y ha venido con otra actitud, más a divertirse".

En la noche del sábado se practicaron alrededor de una veintena de asistencias, la mayoría de ellas leves, aunque también hubo dos afectados por una luxación en un dedo y en un tobillo, respectivamente. El edil de Emergencias apuntó que "se atendieron ocho intoxicaciones etílicas".

El alcalde felicitó ayer "a todos los que han hecho posible que la Caleta se vista de fiesta un año más con todas las garantías de seguridad que los vecinos esperan y se merecen, lo que ha sido posible gracias al trabajo conjunto de técnicos, personal municipal y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, así como de los equipos de emergencias, que han demostrado una vez más su alto nivel de compromiso y profesionalidad para que todos los ciudadanos participen y gocen de unos días especiales". Robayna subrayó que "la nota dominante ha sido la normalidad, el buen ambiente, así como el descenso en el número de asistencias médicas y de la importancia de los casos".

La edil de Festejos agradeció la participación en los eventos y la labor del personal de Festejos y la Comisión de Fiestas. Limpieza se empleó a fondo para devolver la normalidad a la zona.