Un grupo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), integrado por Aarón Moisés Santana, María Luisa Monteiro, Luis Hernández, Emma Pérez-Chacón y Leví García, ha publicado en una revista internacional el artículo "Impactos humanos históricos en la costa de La Graciosa, Canarias", que analiza los usos y aprovechamientos de la isla desde 1730.

En su trabajo señalan que el cambio global está afectando a las áreas costeras conduciéndolas a la degradación, un fenómeno que es intenso en dunas y planicies arenosas, por la fragilidad de estos ecosistemas. El artículo persigue relacionar los usos históricos del suelo -la isla recibió ganado de manera estacional procedente de Lanzarote- y la dinámica sedimentaria eólica en un sistema costero árido, como es La Graciosa, desde la segunda mitad del siglo XVIII.

Una de las aplicaciones directas que puede salir del trabajo es el establecimiento de rutas turísticas por la isla con paneles informativos sobre su historia humana, en concreto de sus usos y aprovechamientos. También se apuesta por recuperar los hornos de cal y la memoria histórica de los habitantes de la isla.