La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mural de Manrique en el Náutico se incorporará a una ruta sobre el artista

La obra realizada en 1962 con restos de barcos antiguos de Naos recuperará todo su esplendor una vez que termine la restauración que ha comenzado esta semana

El mural de Manrique en el Náutico se incorporará a una ruta sobre el artista

El mural Anatomía para un barco, objetos encontrados que el artista César Manrique realizó en la cafetería del Real Club Náutico de Arrecife en el año 1962 volverá a recuperar su esplendor tras los trabajos de restauración que han comenzado esta semana y que se prolongarán hasta el próximo mes de octubre. El objetivo de la dirección del Náutico es que esta obra forme parte de la ruta artístico-turística" en torno a las obras de César existentes en Arrecife que pretende poner en marcha el Ayuntamiento de Arrecife y la Fundación César Manrique.

La restauración será financiada íntegramente por el Club Náutico de Arrecife y ha sido encargada al restaurador Giovanni Bruno a instancias de la Fundación César Manrique. Bruno también se ha encargado de volver a restaurar los dos murales inéditos que César había pintado a finales de la década de los años 40 del pasado siglo en la actual casa de la cultura Agustín de la Hoz.El proyecto de restauración de la obra manriqueña cuenta con la colaboración de la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural.

Bruno destaca que la intervención que se va a llevar a cabo será en un primer momento a nivel estructural por que en el falso techo del bar del Casino se encuentra toda la infraestructura del mural que está compuesta por un anclaje de maderas y hierros que sujetan la obra. El siguiente paso será recuperar la madera con la que Manrique hizo el mural porque está dañada "entre otras razones porque como en cualquier otra obra con el tiempo los materiales se van deteriorando", destaca el restaurador.

Posteriormente se pasará a la parte decorativa del mural para recuperar la madera del barco y el esgrafiado. Asimismo, se hará un tratamiento al hierro porque actualmente está oxidado.

Para Giovanni Bruno este mural ( previo a otros dos de la misma serie que realizó años después en la Casa del Marino en Las Palmas de Gran Canaria y en la Escuela Náutica de Santa Cruz de Tenerife) es muy peculiar " porque se utilizan elementos decorativos polimatéricos, con materiales reciclados de viejos barcos, es decir, usa diferentes materiales que crean una obra de arte". Bruno añade que en estos murales sobre barcos se puede comprobar "la maestría de Manrique al crear un símbolo artístico inherente a la vela con piezas de barcos y también del mar utilizando arena", sostiene.

Para la doctora en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, Violeta Izquierdo, autora del libro La obra artística de César Manrique en estos murales realizados a base de resto de embarcaciones recogidas en la costa de la isla el artista "ofrece una visión poética de lo inservible".

Para elaborar estos murales, Manrique no dudaba en acudir al puerto pesquero de Naos para utilizar los tablones y materiales de los barcos abandonados en el muelle. De hecho, en el mural que se está restaurando en el Casino se han encontrado restos de los colores verdes y rojos en los tableros de madera lo que hace suponer que podrían haber sido de un antiguo sardinal. "Estamos recopilando datos para ver si es posible conocer el nombre del barco con el que Manrique creó este mural en 1962 cuando era miembro de la junta directivo del club", señala el presidente del Club Náutico, Julio Romero.

" Decidimos restaurar uno de los grandes patrimonios de nuestro club cuando se cayeron un par de tornillos del mural", señala Romero. "Está claro que este mural es la obra artística de mayor valor con la que cuenta esta institución por lo que creemos que esta intervención era imprescindible", sostiene.

César Manrique tenía predilección por los barcos abandonados. Uno de sus sueños fue el de recuperar el antiguo pesquero Tiburcio para convertirlo en una discoteca en lo que iba a ser la Isla del Amor en el Islote de la Fermina en Arrecife. Un proyecto que nunca pudo terminarse.

En varias de las cartas enviadas por Manrique al periodista Agustín de la Hoz le mostraba su satisfacción por los murales similares al de Arrecife realizados tantos en el Club Náutico como en la Casa del Marino en Las Palmas de Gran Canaria. "He realizado un mural experimental con restos de barcos viejos de Puerto Naos en el Club Náutico, creo que ha sido un gran hallazgo, habiéndome quedado muy satisfecho", escribía Manrique.

En esa misma misiva de enero de 1964 contaba: "Ya tengo preparado todo el material aquí (Lanzarote) para llevarlo a Las Palmas y creo que el mural de la Casa del Marino (...) va a resultar un impacto, ya que tiene una potencia plástica impresionante".

Compartir el artículo

stats