Un interno de la prisión de Tahíche, armado con un pincho carcelario, hirió ayer a nueve funcionarios de ese centro penitenciario, informó ayer el sindicado Acaip. La agresión produjo a los afectados contusiones por todo el cuerpo, heridas inciso contusas en brazos, manos y piernas, brechas en la cabeza, roturas de dedos y rasguños, entre otros daños.

Los hecho se produjeron de noche, a las 21.00 horas, cuando los trabajadores observaron un conato de incendio en la celda del peligroso delincuente. Al llegar el personal al lugar se encontró al preso, "una mole de 130 kilos de peso", que ha sido trasladado desde la cárcel de Tenerife, con el citado arma, que "intentó clavársela al primero que se le acercara y amenazó con matar a los funcionarios", relata Acaip.

El sindicato asegura que lo ocurrido "ha sido una de las peores pesadillas" a las que se han tenido que enfrentar los funcionarios de prisiones. "De nada sirvieron ni las defensas de goma que terminaron rotas, ni el escudo partido en trozos, ni el casco que terminó como arma en manos del agresor cuando le quitaron el pincho carcelario, ni la fuerza personal de los nueve trabajadores que estuvieron a punto del desfallecimiento", explica Acaip. Añade que "los minutos fueron interminables hasta que consiguieron reducirle, esposarlo y meterle en su celda de nuevo".

La Enfermería del centro penitenciario prestó las primeras atenciones a los lesionados, que dada la gravedad de los daños que sufrieron, unos fueron derivados al hospital Doctor José Molina Orosa y otros a un clínica privada, donde fueron recibieron las curas hasta altas horas de la madrugada.

A lo largo de la mañana de ayer se confirmó la baja laboral de cuatro empleados y se prevé que en las próximas horas lo haga el resto.

Se trata de la tercera agresión que sufren los trabajadores de Tahíche en lo que va de año y también la más violenta, pues nunca antes habían visto nada parecido.

Advertencias previas

Lo peor de todo, lamenta Acaip, es que los trabajadores habían avisado a sus superiores de la actitud del preso desde que ingresó en Tahíche procedente de Tenerife, donde ya había protagonizado varios incidentes.

Acaip subraya que "la prisión no está preparada para albergar este tipo de internos". Sin embargo, apunta el sindicato, "a pesar de los informes, la dirección no clasificó al interno en primer grado, pues supondría su traslado inmediato a una prisión con departamento de régimen cerrado".

La organización sindical insiste en denunciar "el empecinamiento de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y del Ministerio del Interior, en no considerar autoridad a los trabajadores de prisiones como sucede con los médicos y los maestros".

Por otro lado, Acaip se ha quejado en el comunicado hecho públic ayer, de la exclusión de los trabajadores de prisiones del plan de agresiones de la Administración General del Estado, firmado por el Gobierno Central, UGT y CSIF, en el que, "entre otras medidas, se incluye el apoyo psicológico especializado a los empleados públicos víctimas de las agresiones y a la que los trabajadores de prisiones no tenemos derecho".

Otro de los episodios se remonta a julio de 2012, cuando cinco funcionarios recibieron patadas y puñetazos que les propinó un preso bajo los efectos de las drogas.