El Canal de Isabel II valorará la posibilidad de acabar con la actividad del ciclo integral del agua en Lanzarote, que realiza a través de su filial Canal Gestión Lanzarote desde el 1 de junio de 2013, siguiendo de ese modo, la estela de la decisión adoptada para sus 25 empresas en Latinoamérica, que ha decidido cerrar. La misma medida se llevaría a cabo en Cáceres, donde también está presente Canal de Isabel II.

Así lo afirmó ayer el consejero de Presidencia y Justicia, portavoz de la Comunidad de Madrid y presidente del Canal de Isabel II, Angel Garrido, en los momentos previos a la celebración de la primera Junta General de Accionistas tras destaparse la trama Lezo, que investiga supuestas irregularidades cometidas en el seno de la empresa de aguas madrileña y por la que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco envió el pasado abril a prisión, con carácter provisional, al expresidente del Ejecutivo madrileño Ignacio González, acusado, entre otros delitos, de cohecho, prevaricación y fraude.

El Gobierno de Cristina Cifuentes ya había anunciado su intención de centrar su actividad en España acabando con sus empresas en Latinoamérica y limitando su actividad en el extranjero a labores de ingeniería y consultoría.

Preguntado por su actividad dentro de España pero fuera de Madrid, Garrido afirmó que se va a evaluar "la posibilidad de venta" de las empresas. Se hablará con un asesor que les aporte un escenario de la posible venta de la actividad en Cáceres y Lanzarote, precisó.

Canal de Isabel II es propietaria al 100% de la empresa Canal Gestión Lanzarote SAU. En Cáceres tiene adjudicado el contrato de gestión a través del Canal de Isabel II Gestión Cáceres.

Contrato por treinta años

El Consorcio Insular del Agua (formado por el Cabildo y los siete ayuntamientos de Lanzarote) y Canal Gestión Lanzarote, que sustituyó a Inalsa, firmaron un contrato en mayo de 2013 por un periodo de treinta años. La empresa ejecuta en la actualidad un ambicioso plan para renovar las canalizaciones de agua potable de Arrecife.

Uno de los objetivos que se marca Canal dentro del Plan Estratégico, que quiere que esté activo entre 2018 y 2022, es limitar la actividad internacional a actividades de consultoría e ingeniería. Para ello tienen que iniciar un proceso de desinversión en las 25 empresas de Latinoamérica, que estima durará aproximadamente un año.

Para llevarlo a cabo la empresa contará con asesores externos, que elaborarán un análisis de oportunidad que exponga la mejor manera de retirarse del mercado. Además, contará con una empresa externa para realizar la valoración económica del precio de las filiales y con un consultor jurídico para analizar la situación societaria real de todas las filiales. Garrido expuso que cifran "en torno a un año todo lo que comprenderá el proceso de venta" de estas empresas, que suponen "en torno al 20 por ciento" de la cifra de negocio de Canal.

Unas diez empresas se han ido cerrando ya porque su actividad no tenía que ver con el ciclo integral del agua o porque carecían de actividad y tiene que abrirse el proceso para acabar con el resto. Entre ellas, se encuentra Emissao, cuya compra en 2013 está siendo investigada por la Justicia, o Canal Extensia, que también se cerrará. A este respecto, Garrido ha afirmado que confían en obtener una plusvalía de estas ventas.