"Te fuiste sin decir adiós y a ese barrio de Argana le destrozaste el corazón. Sé que eras una persona buena. Eso no se puede dudar. Que el que tocaba en tu puerta le ayudabas a comprar el pan". De esa manera comenzó Avelina de León el poema que dedicó ayer en Arrecife, a título póstumo, a su cuñado León Tejera, conocido como El jardinero de Las Maretas por los cuidados que él mismo hacía de forma desinteresada de una zona verde que él plantó a la entrada del barrio de Argana Baja, digna de admirar por vecinos y visitantes, y por la limpieza del entorno.

León falleció el pasado mes de enero a los 79 años en su vivienda de Argana Baja, barrio al que Avelina también hizo partícipe de sus palabras.

Compuso los versos en su cabeza en sus paseos por la avenida marítima de Playa Honda. Así, sin más, sin lápiz ni papel. "Un día se me ocurría una palabra, luego otra y cada día iba recordando lo que me iba saliendo los días anteriores", afirmó la mujer tras recitar de memoria, y sin fallar una letra, las palabras que dedicó a su cuñado en el homenaje que le rindió el Área de Mayores de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayunamiento de Arrecife en el XX Encuentro de Mayores celebrado en el Charco de San Ginés.

Los hermanos de León, Olimpia y Salvador, así como su sobrino Sergio Tejera de León, estuvieron en el sentido reconocimiento a la labor de su familiar.

La alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, tuvo unas palabras de agradecimiento para León, del que destacó "su generosidad y el amor por su ciudad" y lo puso de "ejemplo por su relación con el espacio común", por lo que "es de justicia, por sensibilidad y por decencia, recordar entre nuestros vecinos ilustres a León Tejera".

Por su parte, la edil de Servicios Sociales, Vicky Sande, recordó que cuando preguntaban a León por qué cuidaba su entorno, él respondía que lo hacía "porque le gustaba ver su ciudad bien y, sobre todo, por los niños, que admiraban su trabajo".

La Parranda Raíces amenizó el baile durante la merienda bajo una carpa instalada en el Charco, en la que hubo paella, refrescos y dulces, entre otros alimentos.

Servicios Sociales regaló a cada asistente una pequeña caja para su uso como pastillero.