Mal alimentada, extremadamente delgada, sucia, mal vestida y continuamente trabajando en el campo. Esta es la descripción que varios vecinos de Tinajo realizaron hoy sobre el aspecto físico de la joven Verónica Molina, que falleció en extrañas circunstancias a mediados de 2012, fecha en la que se cree que pudo haber sido asesinada. El Tribunal de lo Penal de Arrecife juzga desde hoy y hasta el viernes a la madrastra de la víctima, Carmen Delia Tejera y a sus dos hijos, Zeus y Kalia Montolio Tejera por los delitos de malos tratos continuados y profanación de cadáver. Los tres acusados mantuvieron ayer silencio y se negaron a contestar a las preguntas de la fiscalía, la acusación particular y de sus defensas.

El fallecimiento del padre, José Luis Molina (que padecía un cáncer) acaecido a los pocos días de haber sido detenido por el presunto asesinato de su hija ha supuesto que este posible crimen no haya sido resuelto. De hecho, cuando fue detenido, el padre de Verónica estaba prácticamente "moribundo" como reconoció hoy uno de los agentes que procedió a su detención en febrero de 2013. Un deterioro físico que impidió incluso que prestara declaración ante el juez de instrucción dado que falleció en el propio hospital.

Ante esta circunstancia el juicio solo se basa en los posibles malos tratos a la joven y a la profanación de su cadáver. En este caso, tampoco se ha encontrado su cuerpo sino restos óseos quemados (las pruebas genéticas confirman que son compatibles con el hermano de Verónica) en una bolsa de plástico junto a una tijera de podar en el interior de una mochila que la policía encontró durante el registro en la parte trasera de la vivienda de Tinajo.

Según el escrito de la fiscalía, la acusada, Carmen Delia Tejera, con antecedentes penales por haber sido condenada en 2004 por un delito de abandono de familia y un delito de lesiones en el ámbito familiar, a una pena de nueve meses de prisión (precisamente a Verónica cuando tenía 16 años y a su hermano José Luis Molina de 14 años que les llevó a ser acogidos en el centro de menores de Tinajo) "obrando con completo desprecio al vínculo familiar que les une y a sus deberes de protección y respeto a su prole con evidente intención de atentar contra su integridad física y moral en su domicilio, sito en la calle Morro de Tinajo, tuvo sometida a continuos golpes y malos tratos psíquicos a la hija de su esposo, Verónica Molina, que sufría una minusvalía de un 68%, desde su fuga del centro de menores en el mes de noviembre 2002 hasta su fallecimiento por causa desconocida".

Según el relato de la fiscalía "aproximadamente en el año 2012 la acusada golpeaba de modo frecuente su hijastra Verónica obligándola a realizar tareas domésticas y labores de arado de campo, haciendo un completo abandono de la necesidad de higiene y salud de la misma y forzándola a permanecer oculta y encerrada en una de las dependencias anexas al domicilio carente de las condiciones necesarias de salubridad".

Tras el fallecimiento de Verónica, la fiscalía asegura que la acusada Carmen Delia Tejera en compañía de su hija Kalia Montolio "en fecha no concretada pero en todo caso en el mes de enero de 2013, faltando el debido respeto a la memoria de los muertos, desenterraron los huesos de Verónica Molina ocultos en el jardín del domicilio familiar para introducirlos en una bolsa de deporte y ocultarlos en una oquedad existente en las dependencias anexas a la vivienda".

Aunque los tres acusados se negaron hoy declarar, en su momento responsabilizaron de la desaparición de Verónica al padre de esta. Según la policía, la madrastra les aseguró que Verónica se había quedado embarazada (posiblemente de su padre) por lo que este sería el responsable de su muerte. "Me dijo que Verónica no volvería a aparecer y me entregó una mochila con sus huesos para que la guardara en una grieta en la parte trasera de la casa" fue la declaración de Carmen Delia a la policía para desvincularse del posible asesinato.

La fiscalía pide para Carmen Delia Tejera 3 años de cárcel por malos tratos con la circunstancia agravante de reincidencia y abuso de superioridad y cinco meses de prisión por profanación del cadáver. También acusa por malos tratos a Zeus Montolio a tres años de cárcel, mientras que para Kalia pide cinco meses de cárcel por profanación del cadáver.