El Partido Socialista Canario (PSC) y Compromiso por Gran Canaria arremetieron ayer contra el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, por haber contratado a su cuñada Cristina Reyes como gerente del servicio de Limpieza, una decisión que calificaron de "auténtica vergüenza". Tanto Cardona como Cristina Reyes eludieron entrar en la polémica, por lo que la alcaldesa en funciones, María del Carmen Hernández Bento, tuvo que salir a la palestra a defender la contratación de Cristina Reyes, que, aseguró, no se debe a su relación familiar con el alcalde, sino a su "brillante currículum".

La concejala socialista Inmaculada Medina consideró que "las cosas no se han hecho como se tenían que hacer" y acusó a Cardona de incumplir el estatuto del empleado público, "porque no se publicó en el BOC la convocatoria para cubrir la plaza de gerente para luego hacer una selección entre los candidatos. No pongo en cuestión que Cristina Reyes sea válida, sino la forma en que se ha hecho la contratación, que constituye una vergüenza política, claro que en el Partido Popular es una conducta normal, porque, cuando no entra un cuñado, entra un hermano u otro familiar".

Más dura se mostró Nardy Barrios, quien acusó a Cardona de irse de vacaciones para no estar cuando se nombró a su cuñada y "mandar a hacer el trabajo sucio a Mari Carmen Hernández Bento", que firmó el decreto como alcaldesa en funciones, y a "Carmen Guerra, que presidió la comisión que eligió a Reyes. Cardona es un cobarde y tiene que dar la cara en septiembre".

Cinco días

Bento explicó que el alcalde "sólo se ha cogido cinco días" y que el nombramiento de Reyes "estaba previsto para la pasada semana, pero se retrasó y me tocó firmar el decreto".

Frente a las críticas de Medina, aseguró que se han cumplido los estatutos, porque a la plaza concurrieron también Agustín González y Claudio Rivero. "Lo que es una vergüenza", contraatacó, "son los 53 millones de agujero que nos ha dejado el PSOE. Contratar a una persona de la valía de Cristina Reyes no es ninguna vergüenza".