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Urbanismo cifra en una treintena los puntos de vertidos de aguas residuales

La ciudad inicia obras en 20 colectores y aliviaderos para reducir los derrames

De izquierda a derecha, Hatchuel, Batista, Barbero y Quevedo. JOSE CARLOS GUERRA

La capital grancanaria tiene una treintena de puntos negros de vertidos de aguas residuales, la mayoría de los cuales se corresponden con aliviaderos al litoral y colectores en pésimo estado, mal diseñados o afectados por averías. Así lo aseguró ayer en el pleno municipal el concejal de Urbanismo y Aguas, Martín Muñoz, quien informó de que los vertidos "sólo se producen en caso de averías" o cuando la lluvia viene con fuerza, lo que obliga a expulsar al mar las aguas residuales para evitar que "reviente" la red de saneamiento.

En estos momentos hay en marcha o a punto de iniciarse, informó Muñoz, unas 20 obras de limpieza o reforma de colectores, aliviadores y otras canalizaciones de la red de saneamiento para reducir los vertidos de aguas negras al litoral. Destacó que el arranque de las depuradoras de Tamaraceite y Tenoya es vital para reducir los derrames y justificó el retraso en su puesta en marcha porque se han detectado una serie de "deficiencias" que tiene que corregir el Gobierno canario, encargado de su construcción, para que el Ayuntamiento las recepcione. La oposición reclamó la eliminación de los vertidos y sus portavoces coincidieron al criticar los escasos resultados del proceso de intervención administrativa de Emalsa, pese a que ha pasado ya casi un año desde su intervención.

Mientras la portavoz del PSOE, Isabel Mena, consideró que es preciso realizar las inversiones necesarias para mejorar las infraestructuras, el portavoz de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, valoró como insuficiente la intervención de Emalsa e insistió en la necesidad de rescatar la compañía. Ángeles Batista, portavoz de Compromiso por Gran Canaria, exigió que se informe del trabajo que está realizado la intervención.

Los tres partidos de la oposición, exigieron que se acabe de una vez con los vertidos de aguas negras en el municipio, que están siendo investigados por un juez tras la denuncia presentada el pasado año por Izquierda Unida Canaria (IUC), y la puesta en marcha de las depuradoras de Tamaraceite y Tenoya, que tenían que haber estado en funcionamiento desde hace dos años. El concejal de Urbanismo y Aguas informó sobre las obras que se están realizando durante el debate de una moción presentada por Nueva Canarias, que reclamó una acción contundente para erradicar de una vez los vertidos. Quevedo finalmente retiró la moción, al aceptar una enmienda presentada por el grupo de gobierno, en la que se compromete a dar cuenta de todos los diagnósticos y acciones que se están realizando para controlar los vertidos. Martín Muñoz defendió la intervención de Emalsa y la labor de su área y aseguró que "desde el minuto uno" en que aterrizó en la concejalía ha venido trabajando para acabar con los vertidos contaminantes. Añadió que en estos cuatro años la situación ha "mejorado muchísimo" y destacó que un tercer factor determinante para la eliminación de los derrames de aguas fecales es la obra del emisario terrestre que va desde Barranco Seco hasta el mar, que está previsto que se termine en unos tres meses.

"Falta muchísimo por hacer y el recorrido es largo", reconoció el responsable de Aguas, quien añadió que le gustaría que el "problema se solucionara de manera mucho más rápida, pero estamos teniendo enormes dificultades, aunque estamos a años luz del principio", del mandato. "No hay inacción", sostuvo. Entre las mejoras, habló de la puesta en marcha del colector interceptor de Ciudad Alta, que ha liberado la parte baja de la ciudad de un gran volumen de aguas negras. Indicó que la tercera fase de la iniciativa para acabar con los derrames, tras la realización de un censo y la investigación de las causas, consiste en "exigir a Emalsa que limpie la red y ejecute proyectos y obras que permitan reconducir la situación". Entre las acciones que se han realizado o están a punto de iniciarse, citó la limpieza de choque del colector ovoide de Luis Doreste Silva, para evitar que las aguas negras se metan en la red de pluviales; la reforma del colector de la calle Presidente Alvear, para eliminar los vertidos al aliviadero que sale a la altura de la Base Naval, que comenzará en breve, y la modificación del colector secundario de Luis Doreste Silva. También se ha construido una estación de bombeo entre las calles Pamochamoso y Aguadulce, para evitar vertidos al cauce de Carvajal y está pendiente la fabricación de un pozo de decantación de áridos en la estación de bombeo del Teatro. También comenzará en breve la reposición de un tramo de colector en la zona en la Avenida Marítima, para eliminar los vertidos en los aliviaderos de Juan XXIII y se está actuando en el depósito de tormentas de la Cícer, para evitar vertidos a Las Canteras.

El concejal aclaró que el colector de Tamaraceite, terminado hace un año por el Gobierno canario, presenta "numerosas deficiencias" que están provocando filtraciones, lo que ha impedido su recepción.

Por otro lado, el pleno aprobó la modificación del acuerdo plenario de enero pasado que creó el cuerpo de agentes de movilidad para adaptar el reglamento, según aseguró el concejal de Movilidad Ángel Sabroso, a la sentencia que anula buena parte de las funciones previstas para este colectivo. Sabroso anunció que 41 agentes comenzarán a trabajar el primero de abril próximo en la ordenación y regulación del tráfico. Los agentes intervendrán en los accesos a colegios, los hospitales, los cuatro mercados municipales y una decena de rotondas con problemas de tráfico.

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