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El acusado de cortar la yugular a un joven en Carnaval no recuerda "nada"

José Manuel Segura declara que se arrepiente de los hechos

El acusado de cortar la yugular a un joven en Carnaval no recuerda "nada"

"Estoy muy arrepentido", manifestó José Manuel Segura Herrera durante la vista que se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial en la que se le juzgó por supuestamente haber cortado dos veces el cuello a un joven el penúltimo día de mogollones de los Carnavales capitalinos del año pasado. Un hecho del cual aseguró no recordar "nada" -según contó, por haber ingerido el día de los hechos estupefacientes y alcohol-, y por el que su abogada, Elba Isabel Benítez, pide la absolución o, en su defecto, dos años de cárcel, por un presunto delito de lesiones consumadas. En contraposición, la Fiscalía solicita nueve años y 11 meses de prisión al considerarle el supuesto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.

Carlos A. L. "volvió a nacer" la mañana del 8 de marzo de 2014. Eran en torno a las 10.30 horas cuando regresaba a su casa tras una noche de fiesta en un pub de la calle Secretario Artiles junto a unos "conocidos", cuando Segura Herrera cogió una botella de cristal de un contenedor, la rompió y se abalanzó sobre él "por la izquierda", asestándole dos cortes en el cuello que le pudieron cortar la vida, según corroboró la forense que también testificó ayer, para después huir. "Al principio no le reconocí, porque llevaba puesta una peluca, pero cuando le tenía encima me di cuenta de que era él", relató la víctima.

Y es que no era la primera vez que se cruzaban el día de autos. Anteriormente, de madrugada, ambos habían coincidido en el mismo bar. "Fui al baño a hacer mis necesidades y este señor empezó a dar patadas y puñetazos en la puerta, así que yo abrí y le dije que estaba ocupado y que se esperase. Al salir me miró con mirada desafiante, pero ya no hablamos más", relató el joven, de nacionalidad colombiana y 27 años.

Lo siguiente fue el ataque que presenciaron varios testigos que ayer también prestaron declaración en el que el acusado, que fue detenido una semana después en casa de sus padres y desde entonces está privado de libertad, supuestamente le asestó los cortes a Carlos A. L., quien "ha sobrevivido gracias a una rápida actuación médica" en la que se le realizó una sutura en la vena yugular y en las demás heridas. El joven tardó 264 días en curarse, si bien según el informe de los médicos forenses le han quedado secuelas como la limitación del movimiento en el brazo izquierdo, o un perjuicio estético moderado debido a las cicatrices de 15 y cinco centímetros que le han quedado en el cuello.

Por este motivo, además de la pena de cárcel por un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa, tanto la Fiscalía como la acusación piden además una indemnización de más de 185.000 euros (16.515 euros por lesiones y 169.578 por secuelas). Asimismo, Gustavo Adolfo Santana, abogado de la víctima, solicita que sea el Estado quien pague parte de esta cuantía al considerar que existe una responsabilidad civil subsidiaria ya que el acusado supuestamente cometió la agresión mientras disfrutaba del tercer grado.

En su defensa, José Manuel Segura Herrera aseveró haber consumido una veintena de trankimazines, cocaína, heroína y alcohol, e insistió en no recordar nada sobre los hechos que acontecieron el penúltimo día de mogollones de los Carnavales de hace un año. De ahí que su abogada realice una primera petición de absolución, o que se le condene a dos años de prisión por un delito de lesiones consumadas con una responsabilidad civil de 18.000 euros. Pero aún habrá que esperar porque el juicio ha quedado visto para sentencia.

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